1

76 6 2
                                    


Estamos acostados entre mantas, tus labios rosados no puedo dejar de tocarlos con mis dedos, son suaves y quiero besarlos, tus ojos fijos en los míos son verdes pero oscuros como la noche y tus cejas negras los enmarcan, siento tus manos en cuello me acarician despacio que bien se siente. Todo se siente tan real hasta que te vas marchando y no puedo detenerte, quiero que te quedes. ¿Por qué no puedo moverme? Mi cuerpo esta tan pesado. Y de repente todo es negro.

Estoy despierta, mi corazón late rápido, otra vez he tenido el mismo sueño. El que tengo desde que desperté en un hospital con mi madre a mi lado muy alterada aunque gritando y perdiendo los nervios sería la mejor forma de describirlo. Llevo mi mano a donde tengo una cicatriz de unos 4 centímetros en la parte posterior de mi cabeza que ha empezado a ocultarse con mi cabello negro que ya está algo largo. Es raro no saber cómo y porque llegue a hospital y además no acordarme de casi medio año de mi vida, los doctores dicen que poco a poco recuperare mi memoria pero yo no lo tengo tan claro, han paso 5 meses y lo único que ha pasado es que ese sueño se repite una y otra vez y me altera, se siente muy real.

-¡ADHARA!- escucho el grito de mi madre, doy vuelta en la cama para ver le despertador son las 8 de la mañana.

Hoy es mi graduación y gracias a Dios, he esperado mucho este día aunque no por la emoción de lo que significa sino porque mis mejores amigas Alison y Ella vendrán, empacaremos mis cosas y al otro día saldremos con destino a Boston, gracias a mi buen promedio he conseguido una beca que paga casi toda la carrera de economía en la universidad de Boston, a mi madre casi le da un infarto cuando se enteró que había sido aceptada sin decirle que había aplicado para esa universidad. Pero la entiendo después de todo lo que paso ha sido demasiado sobre protectora. Pero yo quiero escapar, tuve que cursar por segunda vez parte de mi último año de secundaria y la verdad es que no fue nada divertido sin amigas.

-¡ADHARA DESPIERTA, ES HORA!-

-Sí, ya es hora- digo para mí y me obligo a salir de la cama -¡ESTOY DESPIERTA MAMA!-

Camino hasta el baño y me miro en el espejo, primero que todo extraño lo largo que era mi cabello, pudiera hacerme pasar por un niño si no fuera por mis rasgos tan delicados, mis pestañas largas y mis grandes ojos azules, oh y por supuesto un gran par de senos. Gracias mama por tu genética.

Voy hacia la ducha y abro el agua, espero que se caliente mientras me quito mi pijama, hago pis y coloco una buena canción para comenzar mi día, después de eso entro en la ducha, el agua está en su punto. Cuando termino voy directa a mi closet y decido poner un vestido de flores amarillo que me regalo mama hace unas semanas y sé que me lo dio para hoy, regreso al baño y sé que no puedo hacer nada con mi cabello así que solo lo peino y trato de que se vea decente, cepillo mis dientes y me pongo algo de maquillaje, lo único que logro es ponerme mascara de pestañas y ponerme brillo en los labios, al menos tengo un buen color rosa en las mejillas.

Ya estoy lista para bajar así que tomo mis zapatos, mi teléfono y toda mi positividad para el día.

-Buenos días mama- le digo apenas la veo en la cocina haciendo el desayuno.

-Buenos días cariño- deja lo que está haciendo para darme mirarme,- ¡Oh Dios mío!, Ada estas bellísima- creo que mis mejillas están mas rojas que nunca, mi madre sabe que soy muy tímida.

-¿Qué hay para desayunar?- cambio el tema rápidamente.

-Primero que todo - señala 3 potes con pastillas.

-Yupi- murmuro, - Las chicas deben llegar en una o dos horas y saldremos todas de aquí-, le recuerdo a mi mama.

- Adhara-, dice y hace una pausa para aclararse la garganta.

Solo un recuerdoWhere stories live. Discover now