Mucho antes de que Kara se diera a conocer al mundo como Supergirl y Alex trabajara como agente en el DEO, son el faro en la tormenta la una para la otra y todo comienzo en Midvale.
Juntas enfrentaron la secundaria, las hormonas adolescentes, el pri...
-Agente Henshaw, un objeto no identificado acaba de entrar en la órbita, repito un objeto no identificado acaba de entrar en la órbita y está apunto de aterrizar, tal parece que su lugar de origen es de la denominada zona fantasma -dijo uno de los agentes.
-Nuestros satélites registran que Superman ya se encuentra en camino -replico otro de inmediato.
-Voy de camino al lugar de los hechos -dijo el Agente Henshaw.
-Atención a todas la unidades, mantengan discreción del lugar de aterrizaje y dejen que Superman se encargue -dijo otro de los agentes.
Henshaw de mala gana continuo su camino rumbo al lugar que el satélite les indicaba en sus comunicaciones.
Observo la figura alta de Superman que obstaculizaba su visión sobre el algo que hubiera dentro de la nave pero prefirió guardar su distancia, trato de buscar un lugar para ver mejor, pero antes de que pudiera hacer cualquier movimiento, Superman había desaparecido con lo que fuera que hubiera dentro de la nave.
Henshaw vio desde lejos la escena, pero estaba lo suficiente mente cerca como para distinguir la forma de la nave y la figura al lado de esta. Había estudiado demasiado bien los pasos de Lex Luthor como para no darse cuenta de lo que tenía frente a sus ojos.
-Aquí el agente Henshaw, tenemos una nave con una apariencia de origen Kryptoniano, sin tripulación, tal parece que Superman se ha hecho cargo de lo que sea que estuviera aquí.
-Entendido agente Henshaw, estaremos allí lo más pronto.
CLARK
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El día apenas estaba a la mitad pero como de costumbre preferí tomar un bocadillo fuera de la ciudadela universitaria, tal vez un café en uno de los puestos en el parque y algo rápido para regresar lo más pronto seguir trabajando en mi último artículo para el Deily Planet.
Se suponía que solo sería un paseo de tal vez quince minutos, una taza de café y una rosquilla y el día seguiría su curso normal.
Pero si de algo debería ya estar acostumbrado es que no solo soy Clark Kent, también soy un sujeto que se pasa la mitad del día volando en mayas y capa por los aires para hacer de esta ciudad un lugar más seguro y que mi definición de un día normal difiere mucho de una simple tarde encerrado leyendo en el cuarto de documentación.
Justo cuando había recibido el café y estaba a punto de darle un mordisco a la deliciosa dona cubierta de chocolate, mi súper oído detecto un objeto desde el cielo que cortaba el aire.
Una nave espacial.
Esa era mi llamada a la acción.
Así que me coloque detrás de unos arbustos, me quite los lentes y la camisa más rápido que la nave que había acabado de impactar en nuestra atmosfera y ya me encontraba camino al lugar del impacto.
