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🥑Joel🥑

Abracé a Erick de la cintura apegandolo más a mí.

Soltó un pequeño gruñido pero luego se acurrucó bien para seguir durmiendo.

Di un pequeño beso en su cabecita con una decisión tomada.

Voy a dejarlo ir antes de que es tarde.

Con alguna excusa me iré de la ciudad un tiempo y lo dejaré con Emilia. Y aunque no es lo que el quiere sin duda es lo mejor.

Dicen que si amas algo déjalo ir, pero yo creo que eso lo dijo un cobarde que no supo luchar por lo que amaba.

Y yo soy un cobarde.

Lo mejor para los dos es estar alejados, al menos un tiempo.

La próxima vez que tenga que ir con Emilia le diré alguna excusa para irme.

Mire atentamente la carita de Erick y no pude evitar sonreír al ver sus labios hinchados ante tantos besos que hubieron antes de dormir.

El timbre sonó y me levanté recibiendo una pequeña queja de Erick. Me coloque un pantalón y baje para abrir la puerta.

—¿Y Erick?- cuestionó Emilia entrando a la casa en cuanto abrí ligeramente la puerta.

Inmediatamente supe que Johann le había contado a Emilia. Mí mente procesaba a mil para poder dar una explicación.

—Durmiendo- dije tranquilamente.

—¿Dónde?- cuestionó tratando de subir pero le tape el paso.

—¿Qué quieres?- cuestione.

—¿Dónde está Erick?- gritó.

—Durmiendo te dije, lo vas a despertar- reclamé aún sin dejarla pasar.

—Johann me dijo que vio que lo tocabas indebidamente y que lo besaste en la boca- dijo en voz baja, amenazante.

—¿Qué?- fingí confusión.

—Joel no te hagas el idiota- reclamo.

—Idiota será el que no sabe de lo que habla- me quejé- cuando lo dejé en tu casa estaba borracho, no sabía lo que decía- me encogí de hombros.

—Quiero ver a mí hijo- pidió gritando.

—Maldición, deja de gritar que no es tu casa- pedí tratando de distraerla.

Espero que Erick se despierte con los gritos, se de cuenta de la situación y vaya a su cuarto.

Si se despertó, pero no fue a su cuarto.

—¿Mamá?¿Qué pasa?- cuestionó frotando sus ojos.

—¿Dónde estabas Erick?- cuestionó tratando de acercarse aunque yo le seguía impidiendo el paso.

De lejos no lo va a notar pero si se acerca se va a dar cuenta que tiene los labios hinchados.

—Durmiendo- se encogió de hombros.

—¿Desde cuando duermes en bóxer?- cuestionó Emilia.

—Tenia calor- interrumpí.

—¡Le pregunté a el!- me, literalmente, rugió en la cara.

—Tenía calor, mamá, no es para tanto ¿Qué pasa?- cuestionó, aunque en su cara notó que sabe bien lo que pasa.

Emilia se alejó de mí y se acercó a la isla de la cocina que siempre se encuentran llena de cosas, tocó algo pero no vi que, mientras hablaba.

—Supongo que tienes razón cariño- le dijo a Erick- solo- se dio vuelta para verlo, aún arriba de las escaleras- nada, olvídalo. Ya me voy, ven a saludarme- sonrió.

Erick bajo rápidamente y la abrazó antes de que ella pudiera si quiera mirarlo.

—Te amo, mamá- sonrió mirándola y volvió a correr hacia las escaleras para subir.

—Te amó, hijo- dijo cuando ya estuvo arriba, con el ceño fruncido- adiós, Joel, disculpa el escándalo- se despidió dándome un beso en la mejilla y salió de la casa.

Quede viendo la puerta por un par de segundos cuándo sentí los brazos de Erick al rededor de mí cuerpo, lo levanté y le di un pequeño beso.

Fue raro y sospechoso el mágico cambio de actitud de Emilia.

Besos y abrazos ||Joerick||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora