Besos y abrazos ||Joerick||Terminada||

21

🌴 Erick 🌴

Desperté por los gritos de mi mamá, sorprendido de que esté ahí.

Trate de disimular lo más posible siguiéndole el juego a mí papá y al parecer nos creyó porqué se fue como si nada.

Cuando se fue me acerque a él nervioso por lo que acababa de pasar, me cargó y me dio un pequeño beso.

—Fue muy raro su cambio de actitud- mencionó mirándome.

—Supongo, tal vez solo creyó lo que dijimos- sonreí, el negó.

—No, es otra cosa. Algo muy sospechoso, pero no puedo decifrar que- frunció el ceño.

Lo abracé tratando de calmarlo, nos separó de una forma relativamente brusca para poder quedar cara a cara y junto nuestros labios con suavidad en un largo y lento beso.

Hay algo raro en ese beso.

—Tengo que hablar contigo- dijo bajandome y lo mire extrañado.

Se acercó a la puerta cerrando con llave y me indicó que me sentará en el sillón.

—¿Qué pasó?- cuestioné una vez que se sentó a mí lado.

—No... no podemos seguir esto Er- dijo y sentí como mí corazón se detenía- yo, voy a viajar y te voy a dejar con tu mamá.

—¿Por qué?- cuestioné sintiendo las lágrimas que luchaban por caer.

—Emilia me dijo que Johann le contó, y va a parecer que estoy huyendo y es justamente lo que estoy haciendo pero no sera por mucho tiempo y prefiero aguantar un par de meses sin ti que una vida- dijo abrazándome.

—Pero... ¿en dónde me quedaré?- cuestioné.

—Con tú mamá.

—¿Y si voy contigo?- pedí sintiendo la primera lágrima caer.

—Si es dentro del país va a ser más fácil que no busquen y afuera del país necesito permiso de tú madre- explicó acariciando mí cara.

—¿Cuánto tiempo?- cuestione haciendo puchero.

—6 meses, el fin de semana que tengas que ir con tu mamá me voy. Probablemente dentro del país.

—Te voy a extrañar- dije abrazándolo y el empezó a darme besos cortos en la cabeza.

Paso sus labios a mí boca dándome otro beso lento.

Llevo sus manos a mí cintura recostandome en el sillón. Se acomodó entre mis piernas con una mano en mí cintura y otra en mí cara acelerando el beso haciéndome difícil seguirlo.

Se separó, me miró atentamente y sonrió nostálgico.

—Yo a ti, bebe.