Polaroid [ShinKami]

Capítulo 2

—¡Bienvenidos!

Shinsou intentó dar su mejor sonrisa, sabrá dios y el diablo el esfuerzo sobrehumano que tuvo que hacer para sonreír ante un montón de personas que no conocía ni le interesaba conocer. Aquel sitio era como si todos los clichés del mundo se hubiesen decidido juntar y hacer una gran fiesta en la azotea de un lindo y lujoso apartamento.

¿Qué tenía que ver él ahí?

Pero pronto suspiró y cerró sus ojos.

"Lo haces por el dinero"

Eso era lo que se repetía una y otra vez en su cabeza, sabía que había prometido acompañar a su amiga durante toda la noche, pero ahora... estando ahí, dudaba poder cumplir aquello, además... tampoco la abandonaría, ella estaba con su novio, al final el que estaba sobrando era él.

Yaoyorozu los guió hasta una gran mesa donde parecía estar celebrándose un gran banquete, algo muy extravagante para tratarse de una simple fiesta.

Sin embargo, todos parecían más interesados en beber y bailar, inclusive su —traidora— amiga lo había abandonado para ir a restregarle el trasero a su chico en lo que vendría siendo la pista de baile, dejándolo completamente solo con la comida y una Yaoyorozo sonriendo encantada.

—Me alegro mucho que aceptara mi invitación —comentó sin despegar la vista de sus amigos—. Mina-chan ha hablado maravillas de su trabajo...

—Por favor, solo tutéame —sugirió mientras sacaba una que otra uva del gran surtido de frutas que había en una enorme fuente de cristal—. De todas formas, creo que tú eres mayor que yo —susurró sin pensar.

Vaya manera de dar una pésima primera impresión.

—Q-Quiero decir... no, no soy mayor, es que...

La azabache al contrario de lo que el de ojeras imaginaba, simplemente comenzó a reír de manera tímida para luego poner su mano derecha sobre el hombro del joven fotógrafo.

—No te preocupes —comentó con delicadeza—. Comencemos otra vez... —tomó una bocanada de aire y entonces lo miró fijamente mientras sonreía ligeramente sonrojada—. Yaoyorozu Momo... un placer.

—Shinsou Hito...

—¡Yaomomo!

La aludida suspiró ante la que seguramente era una voz muy conocida para ella, por lo que se disculpó y se marchó prometiendo volver para hablar sobre el trabajo que Shinsou debía realizar aquella noche.

No podía hacer más que esperar y comer en tanto observaba a la distancia como Ashido parecía estar violando a Sero en medio de una multitud que poco y nada parecía importarles.

Dios, y ni siquiera había comenzado a beber.

El de cabello alborotado continuó comiendo uvas con pereza, entonces, sintió la tonta necesidad de ver la fotografía que tantos sentimientos le había hecho sentir. Miró a ambos lados como si se cerciorara de que nadie lo veía, algo que lo hizo sonreír irremediablemente, era una estupidez después de todo, eso y que nadie parecía siquiera notar su presencia.

Buscó entre sus cosas y tomó su billetera, con cuidado sacó la fotografía y luego suspiró...

Desearía al menos saber su nombre, o si era de ese pueblo o no, así al menos podría volver con la excusa de visitar ese sitio desconocido para él hasta ahora.

¿Ahora cómo haría?

Mientras más veía la foto, más rabia consigo mismo sentía... fue tan tonto, tan ciego... si tan solo hubiese visto la foto y se hubiese ahorrado la rabieta.