''Sin etiquetas.'' Camila Cabello

Capítulo 26

Capítulo 26: ''salida del closet.''

—''Ya está, no salgo nunca más.'' 

Habló Camila enojada, ignoró por completo a su familia que estaba en la sala y subió rápidamente las escaleras hasta encerrarse en su cuarto. Normani esta vez prefirió dejarla sola, ya se estaba cansando de siempre tener que consolarla por la misma historia repetida, cuando vio como no había dicho ni una sola palabra en todo el camino, se fue hasta su casa, no quería volver a escuchar los lloriqueo y decir una y otra vez que todo pasaría. Si enamorarse se trataba de sufrir, prefería no enamorarse nunca.

—''¡Camila!'' gritó su madre detrás de la puerta.

—''¡Déjenme en paz!'' también les gritó y se acostó en su cama. 

—''¡Karla Camila Cabello Estrabao, abre la maldita puerta!'' 

Esta vez no se limitó a responder, el silencio invadió la habitación y unos segundos más tarde la puerta se abrió. Camila sabía que se trataba de sus padres, se aferró más a su almohada y tampoco quiso hablarles.

—''¿Qué paso, hija?'' Preguntó Alejandro delicadamente, él se sentó en la cama y se quedó mirándola.  

—''¿Te peleaste con Normani?'' Interrogó Sinuhe, pero al no obtener respuesta siguió hablando.—''Santa virgen, tu única amiga y la echas. Encima que por arte de magia no vimos nunca más a las otras chicas, ahora te peleas con ella...''

—''Deja de criticarme.'' Le contestó Camila enojada.

—''¿Y qué quieres que haga? Si ya no nos cuentas nada.'' 

—''¿Y eso es una razón para criticarme? No.'' 

Alejandro se las quedó mirando a ambas sin decir una mínima palabra, no quería meterse en una discusión ni mucho menos. Suspiró y se quedó mirando al suelo hasta que las dos pararan de pelear. 

—''¿Por qué lloras? A ver, cuéntanos.'' Le pidió fastidiada. 

—''Es mi problema, ahora váyanse. No me dejan tranquila.''  

—''¿Qué no te dejamos tranquila? Pero esto es el colmo ya.'' Se rió Sinuhe de forma irónica.—''No estamos casi nunca en la casa; te dejamos que estés con tus amigas acá, que puedas salir cuando quieras, te suspenden en clases. Si, aunque no lo sepas nos han llamado para comunicarnos. Casi repites de año.''

—''¿Te estás escuchando? Me estás reclamando de cosas que pasaron hace meses, por dios mamá.'' 

—''Bueno, entonces cuéntanos que es lo que te sucede ahora.'' 

—''¿Es lo qué quieres?'' 

—''Por algo te lo estoy preguntando.'' 

—''Mi novia me ha dejado, ¿escuchaste? Dije novia.''

Le confesó Camila con la mayor furia que tenía acumulada. Sus padres la miraron sin poder creerlo, creían que era una broma de su parte, pero al notar que se encontraba de la misma forma seria, al instante supieron que no era así.

—''¿Novia? ¿Tú te escuchas?'' Sinuhe preguntó enojada.—''Si en estos meses no has salido de esta puta habitación y ahora nos vienes con que tenías novia.''

—''¿Te cuesta creerlo? Pues créelo, he tenido novia y hasta ha pasado por frente de tus ojos.''

—''¿Quién era?'' 

—''¿Para qué quieres saberlo? ¿Para hacerle la típica charla? No te acerques a mi hija o te la verás conmigo, te haré la vida imposible.'' Imitó la voz de su madre al decir aquellas frases.  

Camila se secó sus lágrimas y se levantó de la cama, no estaba para aguantar todos los reproches que su madre le haría a continuación. Ahora se encontraba enojada, pero cuando pensara todo con claridad, sabría que fue una mala idea confesar su ''orientación'' de aquella manera tan brusca. Caminó hasta el jardín y se quedó ahí sentada, dentro de la casa escuchaba los gritos de sus padres discutiendo sobre lo que acababa de suceder. Alrededor de unos diez minutos más tarde, la puerta principal fue azotada, alguien había salido. 

Camila se quedó mirando al suelo lamentándose por lo que sucedió en el día, sus padres discutieron por su culpa, su madre la odiaba por ser lesbiana, aunque ni ella sabía que era o a qué etiqueta pertenecía. Escuchó unos pasos y la silueta de alguien sentarse a su lado, de reojo miró que se trataba de su padre. 

—''Tu madre se ha comportado mal.'' Razonó él en medio de aquel silencio.—''Se ha ido a despejarse un poco.'' 

—''Lo siento por hacer que se pelearan...''

—''No tienes por qué disculparte, ya veré como arreglaremos las cosas.'' Dijo mirándola.—''¿Es verdad... Lo que has dicho?''

—''Si.'' Contestó simplemente, pero a continuación siguió hablando.—''¿Tú no estás enojado como mamá?''

—''No lo estoy, me tomó por sorpresa saber que eras...'' Se quedó pensando en qué decir, Alejandro no entendía mucho sobre la comunidad lgbt.—''¿Lesbiana?''

—''No sé, papá. Esto también es nuevo para mí, sólo sé que estoy enamorada de ella y ya.''

—''¿Sabes? Esto me recuerda mucho a una amiga del trabajo, al principio no hablábamos nada, pero con el tiempo nos hicimos buenos amigos. Hace un tiempo me contó que una de sus hijas, le costaba demasiado socializar con la gente y que siempre al llegar a su casa lloraba porque la molestaban constantemente.'' Negó con su cabeza al imaginarse la situación, pero prosiguió con su historia.—''Hasta que un día llegó una chica, le habló y nunca la juzgó por nada, se convirtieron en mejores amigas. Ella dejó de llorar cada vez que llegaba a su casa, siempre sonreía y Margaret, la madre de ella, le preguntó la razón. Dijo que aquella chica había cambiado su vida, que la quería mucho.''

Camila se quedó en silencio sabiendo que la ''chica'' se trataba de ella, que ella había cambiado la vida de la que antes había sido su novia. Camila la extrañaba demasiado y mucho más cuando su padre le contó la historia, ella también la quería y lo seguía haciendo aunque no estén juntas, pero creía que por su culpa todo se había arruinado.