Capítulo 4: ¡A Roma se ha dicho!

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Siento como alguien me mueve suavemente el hombro

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Siento como alguien me mueve suavemente el hombro.

—Jazz... Jazzlyn despierta... ¡Jazz! —grita ya un cansado Alec.

—Cinco minutos más buelita... —él bufa y se sienta en mi cama.

—Si no te levantas... haré algo que no te gustará...

—¿Cómo qué?— pregunté curiosa.

—Ya verás. Levántate —dice mandón.

—No —se levanta de mi cama y ésta rebota por su acción tan repentina. Me muevo de un lado a otro tratando de encontrar la posición perfecta para seguir durmiendo pero al ver que no la encuentro me acuesto boca arriba con mi antebrazo en mi cara. "Uff... que cansancio, no quiero levantarme..." pienso perezosa. Escucho pasos, seguramente los de Alec volviendo para poder despertarme de vuelta. ¡¿Pero qué mierda?! De la nada algo duro y frío choca contra mi cara y me levanto de un salto con los ojos como platos. Alec me acaba de tirar un balde... ¡¿Con hielo?! ¡¿Es enserio?! ¡¿Pero qué le pasa?!

—¡¿Alec?! ¡¿Acaso te volviste loco?! —él no hace más que reír y eso sólo me enfurece más. Odio que me despierten sobresaltada. Le pego con furia en el brazo, él para de reír y se soba el brazo afectado.

—¡Auch! ¡Que violenta botoncito!

—¡Ay, cállate! —espeto enojada.

—¿Ahora te vas a levantar? —me dice divertido.

—No —sonrío inocente y vuelvo a acostarme tapándome hasta la nuca. De pronto siento que alguien me levanta y me sube en su hombro. Abro los ojos y es Alec—. ¡Alec! ¡Bájame!

—Si dices "Claro Alec, el mejor hombre en la tierra, el chico de mis sueños, obviamente me despertaré e iré a desayunar contigo y la buela" —dice tratando de imitar mi voz, lo cuál le salió muy mal, por que así no es mi voz ¿O no?

—Primero, yo no hablo así y s...

—Sí que hablas así —dice interrumpiéndome.

—No, yo no hablo así y segundo, no te voy a decir ni la mitad de todas las cosas que dijiste —digo desafiante.

—Si no lo haces, te cargaré en mi hombro todo el día hasta que lo digas... —me dice seguro de sí mismo.

—No lo harías... en algún momento te cansarás... —le comento dudosa.

—No me retes. Sabes de qué soy capaz —dice franco. Muy sincero para mi gusto. Por que enserio, no quiero quedarme con la espalda dolida por estar todo el día con él cargándome.

—Okay, lo haré. Pero si me prometes que no volverás a tirarme hielo en la cara.

—Lo prometo. Pero... lo vi en una película... o eso creo... —dice inseguro bajándome. ¿En una película hicieron eso?

Mondostrano: Un Mundo Inimaginable© #PGP2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora