5

3.9K 529 269
                                    

Changbin sirvió el desayuno en silencio mientras se sentaba en la mesa del comedor. Felix tomaba de su mini taza en silencio y con la vista totalmente fija en la madera donde estaba sentado.

Todavía estaban en silencio.

Seo supuso que al pequeño le iba a costar poder soltarse y contarle qué era lo que le ocurría, mas no quería presionarlo, no por el momento.
Felix lo miraba de reojo esperando que Changbin le dijese algo, pero agradeció que este prendiese la televisión y no le preguntara.
Sería complicado explicarle su situación sin terminar quedando peor.

Al final,  la mañana había pasado de lo más aburrida.

Felix suspiró por quinta vez en lo que llevaba de día luego de que Changbin se despidiera de él horas antes. Se sentía solo en un lugar tan grande y vacío como lo era el departamento de Changbin.
Estaba sentado en medio del sofá con la vista perdida en el techo y un vacío tremendo en el estómago. El hambre también se estaba volviendo un problema.

Entonces se sentó de golpe en el sofá y una sonrisa se formó en su rostro.

Tenía una idea.

Changbin gruñó resolviéndose el cabello desesperadamente, no podía concentrarse en leer los contratos, por su mente solo pasaba la imagen del pequeño llorando y, siendo sinceros, le causaba demasiada ternura. Y lástima, por supuesto.
Él quería ayudarlo, saber qué le había ocurrido y serle útil, pero Felix parecía mucho más cómodo sin hablarle del tema y el prefería mantenerse en el margen.

-Joder- Maldijo mirando su portátil. Había buscado en internet maneras de hacer que la gente creciera, pero todas eran consejos para niños de tomar mucha leche o comer saludablemente.
No podía hacer nada si Felix no cooperaba.

Dejó los papeles de lado y tomó su celular dispuesto a llamar a su casa, quizás si Felix era lo suficientemente rápido el podría contestar y hablarían. Necesitaba cerciorarse de que el pequeño estaba bien, de que nada le había pasado.

-No has avanzado nada- Comentó su mejor amigo mientras entraba tranquilamente a su oficina. Changbin gruñó asintiendo.

-No estoy bien- Se justificó refregándose los ojos.

-Vete Changbin, es mejor que estes en tu casa y sin servir para nada, a que estes acá molestando y ensuciando los papeles- Aconsejó su amigo con una sonrisa mientras tomaba los contratos. Changbin asintió y se levantó tomando su maletín.

-Gracias Woojin, te debo una- Sonrió antes de salir de su oficina como si lo persiguiera el diablo.
Ese día iba a saber qué había pasado con Felix, por las buenas o por las malas.

Abrió la puerta mientras controlaba su respiración, apenas si había tardado unos 40 minutos para llegar, y con el apuro y todo casi perdía su maletín en uno de los trenes.

Estaba un poquitín desesperado.

Sintió al instante el olor a comida entrar por sus fosas nasales y frunció el ceño, extrañado. También no pudo ignorar la música que sonaba por toda la casa, algo parecido a la música que su madre escuchaba, y eso lo extrañó aún más.

Dejando su maletín en la puerta el entró en la cocina, sorprendiendose al instante.
Felix se había armado un sistema de cocina ideal para su altura, con todas las cosas que había encontrado por toda la casa.
Ignoró el hecho de que su cepillo de dientes estaba colgando de un hilo del techo, y se acercó a Felix quien cantaba a todo pulmón mientras preparaba un tremendo plato de pasta.

Tremendo para su tamaño.

-Uhm- Se cruzó de brazos, y Felix saltó en su lugar, golpeando un lapiz que activó un mecanismo, apagando la música al instante.

-H-Hola Changbin- Musitó el pequeño mientras hacía una rápida reverencia. Changbin suspiró y arqueando una ceja se acercó aún más.

-¿Puedo saber que le has hecho a mi cocina?- Inquirió ocultando con mucho esfuerzo una sonrisa.

-E-Eh, tenía hambre...Y-Y s-soy muy ch-chiquito- Se excusó Felix mientras jugaba con la tela de su camiseta.
Changbin sonrió.

-Te cocinaré ¿Está bien? Pero no vuelvas a hacer tanto desastre, a la próxima llámame- Le explicó Changbin mientras se arremangaba la camisa y comenzaba a guardar todo lo que veía fuera de lugar.

Felix asintió, mas sus ojitos estaban más concentrados concentrados en las manos y los brazos de Changbin que en otra cosa. Algo que había notado gracias a todas las veces que Changbin lo había tomado en brazos y, no se podía mentir, le encantaba lo musculoso que era Changbin .

Se sonrojó tapando su cara con las manos y suspiró, no sabía cómo tomarse lo que le pasaba por la cabeza.

Se sentía mal, raro.

Changbin miró de reojo a Felix, notando que el cambio en la actitud del pequeño. Abrió uno de los cajones de la cocina sacando una caja de galletas y se las puso frente a él, con una sonrisa.

-Come alguna en lo que hago la comida ¿Si?- Murmuró antes de darle la espalda y seguir ordenando. Felix lo miró sintiendo su corazón latir de felicidad y no pudo evitar sonreir de oreja a oreja, mientras luchaba por abrir el paquete.

Changbin era su salvador.

Su todo.

...........................

Holis, bueno, estaré subiendo más seguido ya que al fin pude arreglar un problemita que tenía para seguir escribiendo esta historia.
Esta historia también cuenta con una segunda parte que adaptaré al terminar esta. También estaré haciendo otras adaptaciones y traducciones en esta cuenta.

Cuidando a un Mini Felix (Changlix) Where stories live. Discover now