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-Lix-

-¡OH DIOS!-

-Lix-

-¡No puede ser!-

-¡Felix!- Gritó Changbin ya al límite de su paciencia. El pequeño caminaba de un lado a otro de la mesa constantemente. Changbin estaba seguro de que Felix terminaría cavando un pozo en su mueble si seguía así.

-¡¿No notas la gravedad del asunto!?- Chilló Felix tirándole la regla a la cabeza. Changbin la esquivó y se masajeó el puente de su nariz conteniendo las ganas de meter al pequeño en el lavarropas.

-Te has medido mal seguramente, no te estás achicando- Habló con toda la calma posible el mayor, descolocando a Felix quien, indignado por la insinuación de su "poca capacidad de leer los centímetros de una regla", tomó una lapicera y se lo tiró en medio de los ojos a Changbin.
El mayor bufó ya totalmente irritado y lo tomó por la camiseta, llevándolo por los aires hasta el lavarropas.

-¡No lo hagas, Seo!- Amenazó el pequeño sin una pizca de miedo.
Bien, Changbin debía recurrir a su último método tranquilizante de Felixs-En-Crisis-De-Nervios. Se sento en el suelo y, con cuidado, lo sentó sobre su mano acercandolo a su rostro.

-Mira bebé, puedo soportar cualquier cosa de parte tuya, pero no que me tires cosas a la cabeza y no me escuches- Murmuró en voz baja. Felix suspiró profundamente, con el ceño aún fruncido, y se acomodó sobre la palma de Changbin. El apodo era un buen calmante.

-No quiero desaparecer- Balbuceó el chiquitín a punto de estallar en un berrinche de niño pequeño.

-Yo tampoco quiero que desaparezcas, y no lo harás, pero ya son las 12 de la noche y mañana debo ir a trabajar- Se quejó el mayor dejando que su rostro adoptara una expresión cansada- Mañana ya termino el trabajo de la semana y te dedicaré mis días libres solo a tí, pero no me hagas esto más largo, pequeño- Rogó ya con un puchero.
Felix bajó la mirada avergonzado por su comportamiento tan infantil y asintió, dibuando círculos invisibles sobre la palma del mayor.

-Lo lamento, binnie- Balbuceó en tono inocente, antes de sonreir tímidamente y parpadear coqueto mirando al mayor a los ojos. Changbin sonrió y se levantó del suelo.

-Está bien ¿Si? Mañana te mediremos de vuelta, estoy seguro de que no te has achicado ni un milímetro- Habló Changbin, caminando hacia el cuarto. Felix suspiró y maldijo por lo bajo.

-¿Mañana tienes que ir a trabajar? El departamento se siente muy vacío cuando no estás- Comentó el pequeño quejumbroso.

-Te prometo que el fin de semana estaré contigo todo el día ¿Si? Pero no hagas desastre mientras no esté- Changbin depositó a Felix sobre su cama y se quitó la camiseta. El pequeño bajó la mirada avergonzado y subió a la mesa de luz, abriendo el mini placard que allí estaba y sacó su pijama.

-¿Qué almorzaré mañana?- Preguntó mientras se cambiaba, dándole la espalda a Changbin. Sintió una risita tras suyo y se giró, encontrándose a Changbin mirándolo burlón- ¡¿Qué!?- Preguntó exaltado.

-Tienes un culo pequeño- Comentó Changbin antes de estallar en risas. Felix frunció el ceño sintiéndose humillado y tomó el cargador del celular de Changbin, tirándoselo a la cabeza -¡Hey! ¿Qué dije sobre tirarme cosas a la cara?

-¡Te has burlado de mí!- Chilló Felix sentándose con los brazos cruzados.

-Venga, estaba bromeando- Jugó Changbin, agachándose a su altura.

Felix bajó la mirada y suspiró profundamente, no te pongas sensible se repitió antes de pararse y meterse bajo las sábanas de Changbin.
El mayor borró la sonrisa de su rostro y apagó las luces, antes de acostarse al lado de Felix.

-Bebé, no fue con esa intención- Murmuró Changbin, acariciando su rostro con el dedo índice. Felix suspiró profundamente y, aferrándose al dedo del mayor, cayó dormido plácidamente en cuestión de minutos.

Changbin sonrió enternecido y por un momento deseó que Felix tuviese una altura normal, como la de cualquier ser humano, para poder abrazarlo y hacerle sentir mejor.
Porque no podía mentir, él estaba asustado, Felix de verdad había disminuido unos centímetros y aquello no hacía más que taladrarle la cabeza.

Respiró profundamente y cerró sus ojos, necesitaba descansar. Ya luego buscaría una solución, no sabía cómo, pero lo haría. Haría cualquier cosa por el pequeño.

Por su pequeño.

Cuidando a un Mini Felix (Changlix) Where stories live. Discover now