Volumen III. Capítulo I. Parte IIIa

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Rassa extendió su invitación para el día de hoy, día de descanso del torneo. Me dirijo junto con mi pequeño Theadoni a la oficina seccional de la compañía comercial Narval Azul, aquella de la que el hijo del emperador forma parte. Me gustaría decir que he venido por puro entretenimiento, pero nuestro líder me ha encomendado una tarea diciéndome: «ya que estás aquí, haz algo de provecho». Mi tarea es ver la posibilidad de entablar lazos comerciales directamente con la compañía, sin la intervención del Imperio. Me permitió usar nuestros lazos con Hijos de Sildys como carta de negociación, aun sabiendo que, si no lograba buenos resultados, la propia compañía del príncipe de Egiond nos daría la espalda.

Luego de caminar por toda la ciudad, finalmente llegamos a dónde se nos indicó. Un gran edificio en la calle principal, muy cerca de la salida sur, ya que facilita el viaje considerando que su principal ruta comercial es a las ciudades portuarias del sur. Su fachada demuestra un gran lujo exótico, con decorados visuales más cercanos a un estilo oriental. Veo personas formadas para entrar a la compañía, por su vestimenta y sus acompañantes, la mayoría guardias personales muy bien armados, puedo decir que forman parte de los clanes superiores de los que nos platicaron ayer o, en su defecto, son poderosos comerciantes o empresarios. Tener esperando a gente de ese calibre puntualiza aún más la importancia de esta compañía.

Estoy dispuesta a formarme, pero en cuanto me ve el empleado que se encuentra en la entrada, se me acerca.

―¿Es usted la señorita Nafisah? ―me pregunta.

―Sí, lo soy.

―La estábamos esperando, Rassa nos dio la indicación de hacerla pasar de inmediato.

―¿No causaría problemas con aquellos que están esperando? ―pregunto.

―Posiblemente ―responde de manera sincera―, pero esa es la orden, nosotros lidiaremos con el furor de la gente ―concluye con una sonrisa confiada.

Sin tener mucho más que argumentar, le permito que nos conduzca hasta el interior de la compañía. El edificio por dentro es aún más lujoso que en el exterior. Me sorprende ver que usan la seda en algunos puntos para decorar, algo no muy común, pero que sigue demostrando ese poderío comercial.

Cuando el portero nos lleva hasta el lobby, un mayordomo rápidamente se acerca a nosotros.

―Un honor conocer a nuestros invitados de honor, mi nombre es Mathew y seré su guía durante su visita ―se presenta―. Lo primero será llevarlos a una habitación privada donde podrán ver nuestro catálogo y probar los productos con total tranquilidad.

Con el mismo trato preferencia con el que fuimos conducidos al interior, se nos escolta hasta un cuarto privado que tiene un par de lujosos sofás y una mesa de centro. En un extremo hay una sección privada cuyo fin parece ser el de un probador. También se encuentran dos sirvientas, esperando futuras órdenes.

Tomamos asiento en uno de los sofás. El mayordomo se dirige a una mesita lateral donde toma una serie de libros, los cuales nos trae. Mientras tanto, las sirvientas nos preguntas por nuestras preferencias de bebidas, sirviéndolas de manera muy profesional.

―Les recuerdo que todos los productos que soliciten corren por cuenta de nuestro amo Rassa, así que no se contengan en probar los productos que deseen, por favor.

El contenido de los libros es una serie de dibujos que son representaciones muy profesionales de los productos que posee la compañía en venta, cada ilustración viene acompañada de una descripción. Aunque mi principal interés es el de ver todos los productos textiles, Theadoni queda maravillado por el catálogo de este tipo, así que lo dejo revisarlo mejor a él primero. Yo reviso otro catálogo que contiene más bien alimentos, siendo más bien, un menú, pero en el resto de las páginas se describen los ingredientes que tienen a la venta de manera muy exacta.

¿Y qué voy a hacer con tantos seguidores en otro mundo? ― Volumen II en Ediciónحيث تعيش القصص. اكتشف الآن