Sentimientos incorrectos.

Capítulo VIII: Minato y Kushina.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

—Naruto— la voz de su padre llegó a sus oídos, como un susurro demasiado lento —Naruto.

—¿Otôsan?— el rubio frotó sus ojos antes de abrirlos por completo. Hiashi lo miró con alivio.

—¿Te sientes bien?— Naruto se sentó en la camilla que estaba recostado, Hiashi lo ayudó.

—Si— el Hyūga miraba a todos lados, estaba en una habitación pequeña y de paredes blancas. Había un escritorio y cuadros sobre medicina. Su mente aún no procesaba lo que estaba ocurriendo.

—Estas en el consultorio de un médico, te desmayaste. No debes preocuparte Naruto, el médico ya terminó su turno— Hiashi tomó el hombro de su hijo —Puedes quedarte a descansar más tiempo si lo necesitas.

El chico asintió —Tuve un sueño extraño Otôsan. Te acercaste a hablar conmigo y dijiste que no eras mi— se detuvo al ver que su padre desviaba la mirada —¿No fue un sueño?

—Lo siento Naruto, no debí darte la noticia de esta manera. Pero estaba preparando por ti— Hiashi volvió a mirarlo —Te amo como a mí propio hijo, y me duele ver qué estás sufriendo por los sentimientos que tienes hacia Hinata.

—Otôsan— murmuró, sin estar seguro de si debía seguir llamándolo de esa forma.

—Crees que es incorrecto, pero estás en todo tu derecho de amar a Hinata. Ella no es tu hermana, al menos no de sangre.

—Tú, ¿Sabías de mis sentimientos?

—Nunca pensé que te sintieras de esa forma, siempre creí que solo Hinata te miraba así.

—Hinata-chan— pronunciar el nombre de la ojiperla provocó un sonrojo en sus mejillas —¿Ella siente lo mismo por mi?

—Lo veía en ella cuando era pequeña, Hana intentó persuadirla porque creía que solo se trataba de una admiración. 

—¿Soy adoptado?

Hiashi casi reía por su pregunta, había sonado de una manera tan inocente que le causaba ternura. Siempre miró crecer a Naruto como si fuera su hijo, le sería difícil verlo en otro plan con su hija. Pero ellos merecían ser felices, un padre siempre quería lo mejor para sus hijos. Es lo que su difunta esposa siempre hubiera querido.

—Se puede decir que si.

—¿Sabes quién es mi padre?

El Hyūga asintió —Lo sé. Su nombre es Minato Namikaze. Él era un buen amigo mío.

Naruto palideció —¿Era?, Mi padre... Mi padre, ¿No está vivo?

—Lo siento— el rubio agachó la cabeza, Hiashi lo abrazó para consolarlo —Minato llegó una noche a mi casa, junto con su esposa Kushina y un tierno bebé— su hijo escuchaba, Hiashi poco a poco sintió las lágrimas de Naruto caer sobre su hombro —Él era el jefe de policía en aquel entonces, y había descubierto algo muy importante. Pruebas que implicaban a una familia de alta clase social en la ciudad con una red de tráfico. Minato temía por tu seguridad, antes de entregar su informe me pidió que cuidara de ti.