Capítulo 1

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Le dije que no escogiera rosado. No, le supliqué. Me voy a arrodillar y pedirle a mi mejor amiga que tenga misericordia de mi alma.

"Pero este vestido es tan lindo," argumentó Jisoo, sosteniéndolo en el aire y sonriendo misericordiosamente a la tortura por la que me estaba haciendo atravesar. "Te verás adorable."

La señora que estaba ayudándonos en la tienda de novias, asentía en acuerdo, y me resigné al inevitable destino al que temía terriblemente. Lo tomé y fui hacia el probador para cambiarme y volver a quitarme los vaqueros negros y la camiseta también negra de homecoming que llevaba ese día, que encajaba perfectamente con mi oscuro humor. 

El espejo ante mi reflejaba un destrozado corazón que trataba desesperadamente de esconder su verdadero estado. Me sentía con ganas de llorar, pero no. No quería que Jisoo viera cuánto me estaba esto lastimando. Ella no merecía que le echara en cara mi dolor. No era su culpa...

Dejé mi ropa en el suelo y me puse el vestido por la cabeza. El material se sintió fresco contra mi piel, en contraste con la tela de algodón que estaba tan acostumbrada a usar. No tenía idea de qué material estaba hecho el vestido, pero ya lo odiaba. Detestaba más lo que representaba: El amargo sabor de la esperanza muriendo en ascuas. Y ahí estaba yo... poniéndomelo como un ganador del segundo puesto conformándose con su derrota.

El reflejo en el espejo cambió y comencé momentáneamente a verme a mí misma en un inflado vestido rosado. El cual combinaba de forma asquerosa con el tono rojo de mi cabello y me sentí totalmente ridícula.

Salí del probador y fui donde Jisoo y la mujer, cuyo nombre creo que era Crystal, estaban hablando de algo. Ellas se callaron cuando me escucharon llegar y me miraron. Mordí mi labio, un hábito que desarrollé en mi último año de colegio sin que yo lo supiera hasta que Jisoo me lo había señalado.

"Me siento como un anuncio caminante para Pepto Bismol" murmure, echándome un vistazo a mí misma. Jisoo sonrío y caminó alrededor de mí, mirando mi ridículo atuendo con una divertida expresión.

"De verdad, Rosie ¿cómo podría dejar pasar la oportunidad de meterte en un vestido?" La miré estrechando mis ojos.

"Te haré pagar, Sra. Park," Le dije, mi tono escondía el dolor detrás de las palabras, debido a que ese también era mi apellido. De pronto, la puerta de la tienda se abrió en un arrebato, anunciando a un ansioso cliente. Ahn Hyejin en toda su gloria se detuvo a mitad del camino y miró fijamente hacia mí, su boca colgaba abierta por la sorpresa. Luego empezó a reír histéricamente. Señalándome mientras reía.

Me hubiera gustado hasta golpearla, pero decidí comportarme maduramente y como una señorita. Después de todo, estaba en un vestido rosado. Tú no puedes verte más como una señorita que eso. Así que, en lugar de mirar a Jisoo en busca de ayuda decidí recibir una patada en la cabeza por mi esfuerzo.

Cuando Hyejin finalmente se calmó lo suficiente para hablar, la primera palabra que salió de su boca fue:

"Chae, ¡Pareces un huevo de Pascua!" No encontré eso divertido, pero me sentí vulnerable en mi estado vestida de rosa y no tenía intención de alentar futuros comentarios sobre mi vestido. En su lugar, sonreí y respondí, 

"Espera hasta que veas tu vestido."

Hyejin miro preocupadamente a Jisoo, quien sonreía ampliamente.

"¿Que me harás usar?"

Cruce mis brazos contra mi pecho, esperando que el otro zapato cayese.

Como señal, Crystal le mostró a un vestido de dama de honor. Era naranja. Era horrendo. Era la más hermosa visión que jamás vieron mis ojos y Hyejin lo miro con horror durante un minuto.

Rosé & LisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora