Capítulo 35 | Final.

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Todos parecían divertirse en grande en la casa de la omega, después de la noticia de su triunfo y su admisión en la compañía NewHit en China, Yoongi y Jimin se encargaron de hacer una pequeña comida para celebrar, no había muchos invitados, solo los más cercanos.

Yoongi se encargó de llamar a JaeBum, Hoseok, JinYoung, Namjoon y Jackson; mientras Jimin llamaba a Youngjae, Tae, Jin, Mark, HyeJin y JiEun para celebrar.

Mientras que algunos llegaban, Yoongi y JaeBum habían ido en el Mercedes blanco de su hermano a buscar lo que iban a consumir; licor, carne y demás. Ella y los demás se quedaron en casa, disfrutando de la música y del buen ambiente.

Le hubiera gustado que DongYuk estuviera en esos momentos con ella, pero su padre y la idea de que debía ser un alfa de verdad lo impedían. Se había ido al servicio militar hace unos meses, y era triste.

Suspiró y abrió la puerta, saltando de inmediato a los brazos del beta con aroma a piña que estaba al otro lado, siendo recibida con amor y unas risas de por medio. Dios, esto era familia.

Yadira llegó poco después, al mismo tiempo que Yoongi y JaeBum llegaban con unas bolsas, entonces Yoongi bufo cuando la vio.

–Mierda, se me olvidó la jodida gaseosa en la tienda, ¿Pueden ir a por ella, por favor? –y la menor abrió sus ojos en grande, ¿Yoongi diciendo "por favor" en un tono tan dulce? Wow.

–Claro, Yoongi –Yadira respondió en lugar de todos, extendiendo su mano para recibir las amadas llaves del hermoso Mercedes.

–Cuídalo, es lo mejor después de Jimin y MiSuk.

Yadira rió y asintió, tomando las llaves en un puño y yendo con los demás al vehículo. La alfa y el beta se sentaron en los asientos delanteros, la omega detrás riendo por las canciones que había puesto Kyung en la radio, cantando en español de manera que su pronunciación le daba cierta gracia.

–Princesa de mis sueños, te vez tan mona –señaló por el espejo retrovisor, la menor riendo con sus mejillas sonrosadas.

–Dime quien te hizo daño para que estés tan sola. –siguió Yadira desde el frente, moviendo sus hombros al ritmo de la música.

–Quien quiso utilizarte y robarte toda.

–Corazón inocente retoma la hora –alzando sus brazos, la omega continuó, moviendo su cuerpo al mismo ritmo de la canción.

Demonios, esto le traía buenos recuerdos, Jeon básicamente. Recuerdos de ellos bailando sin tocarse en el auto, cantando juntos, gozando de esos mismos momentos cuando salían de viaje, cuando estaban solos o simplemente cuando iban en el lindo convertible negro. Suspiró y cambió la canción para pasar las penas.

Continuaron cantando hasta que llegaron a la tienda donde debían comprar las cosas, entrando los chicos primero y la menor detrás. Un jalón de su brazo la detuvo, solo sintiendo la mano fría y grande sobre sus labios seguido de una horrible sensación asfixiante en su garganta, el frio dilo de la hoja de la cuchilla en su cuello.

Tragó grueso, ahogando las lágrimas. Su omega despertaba lentamente, buscando desesperada ayuda con su mirada.

– ¿Min MiSuk? –preguntó la grave voz a sus espaldas. Lentamente asintió, era estúpido lo que hacía, pero prefería hacer caso a sufrir su furia.

Y la mano que sujetaba el cuchillo en su cuello descendió hasta su vientre, donde punzó lentamente, un susurro antes de que el arma se clavara con fuerza en su estómago.

Las lágrimas se acumularon en sus ojos, el miedo grabados en estos y el grito después de morder con fuerza la mano para poder liberar su boca alertó a sus amigos, quienes no dudaron en correr en su rescate cuando esta caía desvanecida al suelo. El hombre huyo, dejando atrás, por accidente, su teléfono. Yadira lo tomó, gruñendo fuerte antes de transformarse en el lobo de su alfa, corriendo en dirección el hijo de puta.

Nuestro mundo, uno solo | Jeon Jungkook [COMPLETA]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt