Pétalos [gay]

Prólogo

Este es el inicio de la segunda parte. Disfruten.

Eran casi las cinco de la mañana cuando llegaron al hospital.

Después de que Chris se desmayara ante los ojos de su papá Darrien, este —sin salir del pánico en que se encontraba— trató de inducirle el vomito, lo cual logró, pero Chris no despertó.

Estaba inconsciente en los brazos de su padre, pálido y enrojecido por el llanto.

Incluso le dio una cachetada, pero eso tampoco resultó.

Trató de ver la etiqueta de las pastillas, pero no tenían, así que procedió despertar a su esposo a gritos, y en cuestión de segundos estuvo junto a ellos frotándose los ojos, cuando cayó en cuenta de la situación también corrió pánico por su sistema.

Trató de llamar una ambulancia mientras lloraba desesperadamente, pero Darrien le dijo que no, eso tardaría mucho y no tenían absolutamente nada de tiempo, así que cargó a su hijo hasta el auto y se sentó con él en la parte trasera.

Parecía un muñeco en sus brazos, inanimado, ligero...

Will conducía más rápido de lo permitido y su desesperación lo volvía un peligro.

Cuando llegaron a la emergencia del hospital ya estaba un poco claro, estaba amaneciendo, estaba frío y calmado.

Bajaron del auto sin preocuparse porque estuviera bien estacionado, o tuviera los seguros puestos.

Will entró dando gritos, pidiendo que los ayudaran, mientras su esposo cargaba a su inconsciente hijo.

Los atendieron con rapidez, se llevaron a Chris en una camilla a una sala donde no les permitieron en paso a los hombres, les pidieron que se sentaran en la sala de espera y les dijeron que les harían saber lo que pasara lo más pronto posible.

Eso no los tranquilizó ni un poco.

Ambos estaban hechos un asco, estaban despeinados y en pijama, y Darrien con vomito encima —varias personas le pidieron que se cambiara, pero los mandó a la mierda a todos.

Will no dejaba de llorar, con su rostro enterrado en sus manos y Darrien sentía una migraña abismal.

John llegó minutos después, era el mejor amigo de Darrien y Chris lo llamaba tío desde que aprendió a hablar. Darrien lo había llamado cuando estaban de camino al hospital, aún estaba abrumado por todo y sólo consiguió balbucear cosas sin sentido y finalmente le dijo que los viera en el hospital.

También había llamado a Jesse, pero era muy temprano y no había contestado, así que le dejó un mensaje y esperaba verlo pronto...

Pero realmente no tenía cabeza para pensar en nada, trató de fumar para relajarse pero sus manos temblaban y no conseguía concentrarse en nada más que no fuera Chris y su alarmado esposo.

Will pasó cerca de una hora, encerrado en sí mismo, llorando. Era seriamente desesperante. Darrien había pasado la mayor parte del tiempo que llevaban ahí tratando de consolarlo, y John lo había intentado también, pero no dejaba que nadie lo abrazara, lo tocara o le hablara. Se sentaba solo en las incómodas sillas de la sala de espera y lo máximo que hizo fue enviarle un mensaje a su secretaria diciendo que no iría a trabajar, sin dar ninguna otra explicación.

Los tres hombres estuvieron sentados un par de horas, trataban de hablar con algunas enfermeras pero ninguna le decía nada y el doctor que había recibido a Chris no salió en ningún momento de la sala que ponía en la puerta "sólo personal autorizado".

John y Darrien decidieron buscar algo que comer; John estaba dormido cuando recibió la llamada de Darrien y había salido inmediatamente después de cortarla.