Extra 1

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A Heechul le pareció que, aquel día en particular, habían tenido lugar demasiados nacimientos. ¿Acaso toda la población de Seúl tenía calor a principios de Julio del año anterior? Le pareció gracioso pensar que sí, hasta que recordó que su hermana menor había dado a luz a su sobrino apenas unas horas atrás.

Esa niña, pensó Heechul. Emitió un largo suspiro y comenzó la extenuante tarea de buscar entre los cuneros al niño con el apellido Kim.

Se encontraba solo, por lo que se tomó el atrevimiento de reírse de algunos nombres. ¿Quién le ponía "Choco" a su hija? Un amante del chocolate, por supuesto.

Terminó la minuciosa revisión quince minutos después, con un total de cinco varones de apellido Kim. Si hubiera tenido la curiosidad de preguntar el nombre del niño a su cuñado, quizá podría saber cuál de todos los Kim era su sobrino.

—¿Por qué tenías que tener un apellido tan común? —inquirió, como si el bebé pudiera escucharlo.

Bueno, no podía culparlo, ¿no era también su apellido? Reprimió un gemido de frustración cuando escuchó que una pareja se acercaba.

Eran dos hombres, uno más bajito que el otro. Supuso que era el más pequeño quien había tenido su bebé en los últimos días, a juzgar por la forma en que caminaba. Las cesáreas siempre eran difíciles.

Estuvo a punto de apartarse, hasta que la luz iluminó sus rostros y entonces pudo reconocerlos.

—¿Yixing? —Heechul se acercó deprisa—. ¿Zhang Yixing?

El aludido levantó el rostro, confundido porque un desconocido le llamara con tanta insistencia. Tardó un par de segundos, en los que su cerebro finalmente reconoció de quién se trataba.

Sehun y Yixing se miraron al mismo tiempo. Ya recordaban.

—¿Heechul?

—El mismo —asintió, sonriente—. Ha pasado tanto, ¿cómo es que los dos siguen igual?

Yixing parecía el mismo chico que había conocido varios años atrás, nervioso porque estaba a punto de iniciar el proceso para tener un bebé. Lo único que había cambiado era su peinado; aquello que denotaba su edad era el brillo de sus ojos y las pequeñas arrugas alrededor de éstos, producto de sonreír tan a menudo.

En el caso de Sehun, aquello que le hacía lucir mayor era la aparición de las primeras canas en los costados de su cabeza. Y aunque en otra persona habrían restado parte de la buena apariencia, en Sehun se convertían en un atributo, una característica que le hacía ver más atractivo. Al menos en la opinión de Yixing.

—Quizá es por la dieta sana —dijo el menor—. Yixing insiste en comer muchos vegetales.

—Quería llevar un mejor embarazo —Se justificó Yixing—. En el primero no paramos de comer golosinas.

Heechul pareció contento con las respuestas de ambos, tal vez por lo que éstas implicaban.

—Entonces están juntos.

Yixing asintió. Y de una forma natural, su mano buscó la de Sehun.

—¡Lo sabía! —exclamó Heechul—. Era obvio que ustedes terminarían juntos.

—¿De verdad?

—Hasta un ciego podría verlo, Yixing.

Sehun soltó una risa ante al comentario. Era cierto, hasta su propia familia lo había dicho.

—Ha pasado mucho desde entonces —comentó el menor.

—Ya lo creo. Díganme, ¿se casaron?

Loco por él  [SeXing]Where stories live. Discover now