34. Últimas conversaciones

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Cuando salieron del comedor, a Harry ni a Tom le dieron muchas opciones, todos los que Harry había intentado evitar lo avasallaron, así que sin más remedio se reunieron en la sala de menesteres para que nadie pudiese escucharlos.  Una vez dentro, Harry no podía decir mirándolos quien se estaba conteniendo más por lanzar la primera pregunta, pero conociendo a Hermione supuso que sería ella, se estaba mordiendo los labios sin ningún tipo de piedad, pero también podía decir por el aspecto que Malfoy era el que más estaba enfadado, había tirado al suelo esa máscara burlona y de indiferencia para dejar un rostro marcado por la ira, incluso Ron a veces lo miraba de reojo. 

Harry supuso que lo mejor era no esperar a que alguno empezara a disparar preguntas y que fuese él quien contase a su manera todo, así que sin más vacilaciones procedió a contarles aquella primera conversación que había tenido con Tom gracias a Malfoy. Mientras lo hacía podía decir que Malfoy parecía arrepentirse de haberlo hecho, aunque desconocía por qué, quizá hubiese esperado una confrontación o un resultado bastante diferente. 

Tom apretó su mano durante todo el tiempo. Les había explicado también que había escuchado la caja de música y lo que eso significaba. Tom había permanecido en silencio tal y como le había pedido Harry, ambos pensaron que sería más fácil si Tom pasaba desapercibido hasta que terminase de explicarlo todo. Harry hizo hincapié en el hecho de que ahora Tom era capaz de producir un patronus corpóreo y en el hecho de señalar una y otra vez que ya no era el Voldemort que habían conocido. También compartió con ellos la aparente opinión del tema de Dumbledore, sabía que sobretodo a Hermione, Ron e incluso Neville les importaba lo que dijese.

Ni Ron ni Ginny dejaron de fruncir el ceño durante todo el relato. Neville al menos estaba menos pálido que al principio y Luna seguía radiante, susurrándole cosas a Neville de vez en cuando con una sonrisa. Y Malfoy seguía igual o más enfadado que cuando vinieron. Pero en cuanto a Hermione no sabía lo que se le estaría pasando por la cabeza en ese momento, únicamente tenía los brazos cruzados pero parecía calmada. 

-Así que espero que independientemente de vuestra opinión sobre esto, no nos separemos-dijo Harry.

Cuando terminó de ponerlos al día todos siguieron en silencio, parecía que ninguno se atrevía a romperlo. Harry sabía que no podía pedirles que lo aceptaran pero solo esperaba no romper su amistad por algo como esto. Sabía claramente lo que pensaba Luna, había actuado en ocasiones como una reencarnación de cupido, parecía que le gustaba actuar en pos de eso, por lo que no le importó que no dijese nada, sabía que podría contar con ella.

-¿Y qué? ¿lo siente y ya está? ¿es eso?  Estupendo-se burló Malfoy finalmente.

-Draco-dijo Luna.

-No, Draco no. Mi padre está pudriéndose en Azkaban por culpa de él-dijo señalándolo con el dedo- y él se va a ir de rositas.

-No es como si obligase a tu padre, sus ideales...-empezó a decir Tom.

-Esta mierda fue jodidamente convincente, no hacía falta que le obligaras a nada-dijo señalando la marca oscura.

Harry le dirigió a Tom una mirada furiosa, haciéndole ver que claramente no estaba ayudando en el asunto como de costumbre.

-Malfoy ese lenguaje no es propio de un Malfoy-recriminó Ron en un intento para calmarlo.

Al menos parecía que Ron no estaba en contra de todo esto o al menos no tanto. 

-Mi padre no está para decirme como debe hablar un Malfoy y alguien como no puedo darme lecciones de nada-dijo con una mueca de asco.

-Draco, tu padre no es un santo. Se que las políticas de Azkaban no son las adecuadas pero...

InfiltradoWhere stories live. Discover now