Epílogo

18.1K 1.6K 701
                                    

Un día me desperté con esta idea en mente y finalmente la terminé. Que mejor momento que este que la historia alcanzó los 100k vistos/lecturas ^^ Se que muchos me pedisteis un epílogo así que espero que sea de vuestro agrado aún cuando es un simple vistazo a un día común de los personajes. Eso sí aviso que tiene 3900 palabras... De alguna forma el epílogo se volvió el capítulo más largo de esta historia xDD ¡Disfrutarlo!


Daba igual cuantos años pasaran seguía sin acostumbrarse a estar en un bar muggle, pero tenía ciertas ventajas cuando querías evitar que la gente te tomase fotos, te hiciese preguntas y te pidiesen declaraciones una y otra vez. Había aprendido de primera mano lo asfixiante que era y no sabía como Harry llegaba a soportarlo. De por sí, era sumamente irónico que atrajese tanto la atención, habiendo aterrorizado tanto a la población mágica hacía 10 años. Voldemort simplemente había desaparecido, como si se hubiese esfumado para el resto de la población de un día para otro. Aún a veces, mencionaban su nombre en alguna noticia cuando ocurría algún asesinato pero las aguas estaban bastante tranquilas. 

Llamaba la atención no solo por estar con Harry sino también por su posición en el ministerio. Cuando hace años empezaron a mostrarse en público llamaron demasiado la atención y esperaron que con el tiempo dejaran de hacerlo, pero no fue así, a día de hoy aún les seguían pidiendo información sobre sus vidas privadas, incluso les seguían a casa. Harry no había querido fidelius ni ningún tipo de ilusión que les prohibiese acercarse a la casa, así que se había conformado con añadir un sin fin de barreras protectoras, nunca serían demasiadas.

-Ah, ya estás aquí-dijo a modo de saludo.

-¿Era necesario reunirnos en este sitio?-preguntó mostrando claramente su desagrado.

-Lucius, fuiste el que no quiso aplicarse un glamour.

-Por supuesto que no, esa poción no es solo desagradable por su contenido sino por los resultados.

-Eres demasiado presumido para tu bien Lucius. Tu café-dijo empujándole la taza con la mano- sigue caliente.

-Gracias.

Lucius se sentía incómodo. No era la primera vez que era "obligado" a tener una reunión social con Tom (aún era difícil pensar en él así) y siempre que sucedía era porque Harry estaba involucrado. Desconocía que era lo que alguien como él habían visto en ese mocoso. Por si fuera poco su hijo también se reunía en ocasiones con ellos y se había visto obligado a invitarlos a su casa a ambos. Si las navidades las celebraba con los Weasley, nochebuena siempre era con ellos.

-¿Habéis discutido otra vez?-preguntó Lucius.

Tom lo miró con los labios apretados y Lucius temió haber realizado la pregunta. Los crucios y la mayoría de las maldiciones hacía tiempo que habían quedado atrás pero a veces a su señor le gustaba jugar con él o con otras personas cuando se molestaba con ellos, los dejaba atados y se iba sin decirle nada a nadie. Por mucho que hubiese cambiado la forma de hacer las cosas seguía pudiendo reconocer al señor oscuro en él y no en las cosas más pequeñas precisamente.

-Por supuesto que lo hemos hecho-dijo Tom exasperado.

No era la primera vez que sucedía y Tom por mucho que se decía una y otra vez que no discutiría más con Harry acababan haciéndolo de vez en cuando. Desgraciadamente los dos tenían un carácter fuerte y por si fuera poco eran testarudos. 

Hubo una discusión hacía unos años que acabó con la destrucción de su salón, parte de la cocina y parte de... bien, con casi la destrucción de la casa entera. Se habían maldecido sin distinciones, a penas se habían contenido, pero lo peor llegó cuando Tom enunció una palabra que juró nunca volver a pronunciar. El destello rojo de la maldición cruciatus recorrió la habitación hacía un Harry paralizado por la sorpresa con los ojos abiertos como platos mientras Tom se arrepentía de haberlas dicho justo cuando terminaron de salir de su boca. Pero por fortuna o desgracia (aún no sabía cual de ellas era) no hizo nada al impactar y Tom nunca olvidaría la risa estridente de Harry y sus siguientes palabras: Yo también te quiero Tom. Eso fue lo que cerró esa discusión, ni siquiera recordaban ya porque había sucedido. Aún así y aunque fue la mejor reconciliación que tuvieron, desde ese día, cuando discutían, Tom salía de casa y se reunía con Lucius o Severus. A pesar de que no hubiese fuerza detrás, nunca se perdonaría por haber dicho esa palabra. Aún no sabía que le poseyó aquel día pero él lo recordaría siempre al igual que la sensación de sus piernas temblorosas.  

InfiltradoWhere stories live. Discover now