Capítulo 15.3

3.6K 1.1K 151
                                    

Ella se lo estuvo pensando durante casi un minuto de reloj. Se notaba que era una confesión que no iba a salir con facilidad. Estuvo a punto de espolearla, de recordarle que no la iba a juzgar, pero con su justificada sensibilidad sería capaz de interpretarlo como una orden.

Lucía clavó en él sus ojos claros.

—Pongamos un caso hipotético en el que yo... siento algo por ti... hipotéticamente hablando —recalcó, nerviosa. El corazón de Adrián se detuvo de golpe—. Quererte... Bueno, querer a cualquiera, o sentirme segura con cualquiera en un momento vulnerable como este, podría ser un suicidio. Si mi padre caló tan hondo a mi madre fue porque la pilló en plena crisis de identidad adolescente y a partir de ahí pudo hacer con ella lo que quiso.

Adrián intentó sonar razonable y no sobreexcitado al explicar:

—A no ser que, hipotéticamente, te enamores de alguien como tu padre, no creo que sea un suicidio.

—No solo es problema de la persona de la que dependes. También es el tuyo. O sea... el mío. Querer a alguien más de un siete, donde entra en juego la dependencia, está mal siempre. Podría eclipsar tus intereses... mis intereses, o mis objetivos, o mis principios. Si yo te quisiera porque me haces sentir bien... hipotéticamente —insistió—, al final te necesitaría para sentirme bien y no sabría estar bien sola.

Adrián tuvo que pensar en catástrofes naturales para no torturarla con besos interminables. «No voy a parar hasta que confirmes tu hipótesis, niña tonta. ¿Es que no ves que yo no voy a aprovecharme de tu vulnerabilidad?».

—Claro que sabrías. Yo, en la hipótesis, no te acapararía para que solo pudieras sentirte bien conmigo. Te daría espacio para que crecieras por tu cuenta. No todos los hombres quieren ser el centro del mundo de las mujeres, ni todos quieren chuparles la sangre hasta que les han absorbido el alma. Hay gente buena. En la hipótesis y fuera de ella.

—La cuestión no es si querer a alguien es o no una buena inversión, sino que no puedo hacerlo porque no sé querer. Solo sé necesitar. Necesitaba a mi madre... Y me da miedo dejar de necesitarla para empezar a depender de otra persona.

—Esa persona no voy a ser yo. Si me quieres...

—Es una hipótesis.

—Si me quisieras... —reformuló—, me encargaría de necesitarte en la misma medida en que tú lo haces para que no sintieras que me debes nada, ni que estás en inferioridad de condiciones.

—Eso no suena tan mal.

—¿Verdad que no? Qué pena que solo sea una hipótesis.

—Pues sí.

Adrián le sostuvo la mirada. Le ardía el pecho por culpa de una llama de esperanza. Esta se hizo tan grande por aliento de su optimismo que le sorprendió que el fuego no brillara solo en sus ojos, sino también en los de Lucía. No necesitó más que verla despegar los labios para tomarla de las mejillas y besarla. Ella respondió tan rápido que pareciera que lo había estado buscando. Su disposición lo incendió por dentro y no encontró mejor manera de expresarlo que sentándola sobre su regazo.

Quería sentirla tan cerca que incluso teniéndola lejos pudiera saborear el perfume de su piel. Quería que su cercanía se le grabase en el cuerpo como un sello para llevarla a todas partes, y la mezcla de sus olores no prescribiera ni veinte años después. Los alientos enlazados y las manos ansiosas eran un buen comienzo para anudarla a su recuerdo. Otro más.

No recordaba haber estado tan desesperado por acumular detalles de alguien, por saberlo todo de él. Ya conocía muchas cosas pero sentía que amaba también las que se le escapaban. Ninguna pieza le faltaba por descubrir sobre su cuerpo: ella se había conocido sexualmente a la vez que Adrián la probaba por primera vez, y por eso los dos sabían muy bien lo que le gustaba y cómo. Había aprendido algunas cosas nuevas desde que se cruzaron, pero él no había tardado en aplicarse. Estaba preparado para volverla loca y contradecir su voluntad más grande: al menos en esa cama se las arreglaría para que lo necesitara más de lo que su cuerpo podría soportar.

Sigue mi vozWhere stories live. Discover now