Libros

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Sirius fue muy cuidadoso de alejarse de las travesuras la semana siguiente, levantándose temprano para ir a clases y trabajando muy duro en sus tareas con el objetivo de que los profesores no tuvieran ninguna queja de él. Él no quería ser expulsado. Incluso en Pociones, Slughorn estuvo sorprendido por los cambios en lo mucho que Sirius se estaba aplicando y lo felicitó con emoción por sus mejoras –lo cual también benefició a James, quien trabajaba junto a Sirius en la mesa. Severus Snape gruñó desde el otro lado del salón mientras Slughorn hablaba y hablaba sobre el grandioso trabajo que habían hecho. ¡La desaprobación de Snape era casi tan grande como el entusiasmo de Slughorn!

Era ya la segunda semana de cuidado de Sirius –y el comienzo de febrero- antes de que James pudiera convencerlo de su próxima aventura. Necesitaban conseguir un libro sobre cómo convertirse en animagos en la sección restringida de la biblioteca si planeaban acompañar a Remus en la Casa de los Gritos cerca de ese siglo.

-Por la forma en la que McGonagall lo hizo ver, tardaremos años en lograrlo –le recordó él a Sirius- Así que es mejor empezar lo más pronto posible, ¿no crees?

Esperaron hasta la noche, después de la hora de la cena. Tomaron la capa de invisibilidad del baúl de James. Peter los miró con nerviosismo mientras Sirius y James desaparecían bajo la capa de invisibilidad. Él había aceptado quedarse en el dormitorio para que Remus no comenzara a sospechar –además de abrir el agujero del retrato para que los chicos pudiesen salir sin atraer la atención de los demás Gryffindors que estuvieren en la sala común. La idea era tomar los libros de la biblioteca y volver al dormitorio sin que nadie se diera cuenta de que se habían ido siquiera.

Remus estaba sentado en la sala común con Lily Evans, trabajando en alguna tarea juntos, sonriendo tímidamente. James rodó los ojos debajo de la capa de invisibilidad mientras bajaban las escaleras detrás de Peter en dirección a la puerta de salida de la sala común.

-Santos cielos, que se concentren en su tarea si es eso lo que están haciendo –susurró.

-¿Prefieres que se anden besando en toda la sala común, entonces? –inquirió Sirius.

-No –respondió James con demasiada prisa –No quiero.

-Ahora sí respondemos rápido, ¿eh? –bromeó Sirius- Mira, James, sólo porque estás celoso de Remus y Lily y todos los besos que eventualmente se darán...

-No estoy celoso de Remus y Lily, yo...

-Shhh –susurró Peter. Alex Tinnamin había volteado la cabeza desde la silla donde estaba sentado frente al fuego, como si estuviese seguro de que los había escuchado. Sirius y James hicieron silencio de inmediato y Peter aceleró su paso hacia el agujero del retrato- Voy a dar un paseo –anunció, un poco muy fuerte y pre-pensado.

-Bien por ti, amigo –respondió Bilius distraídamente desde la mesa donde parecía estar trabajando en algo, mordiendo la punta de su lengua mientras escribía en un pergamino. Se dio la vuelta en su silla- Oye, Alex. ¡El costo de mi Guía para Salir con Atractivas Chicas Muggles, por Bilius Weasley acaba de subir un sickle porque se me acaba de ocurrir otra gran estrategia!

El rostro de Alex se endureció.

-Tienes que dejar de subirle el precio, amigo.

-Créeme, la información que estás recibiendo no tiene precio, por tan solo dos galeones y tres sickles.

-No puede costar tres galeones y decir que no tiene precio, idiota –gruñó Alex.

Rápidamente, Peter abrió el agujero del retrato y salió, dejando la puerta abierta el tiempo suficiente para que James y Sirius lo siguieran antes de cerrarla. Se quedó parado incómodamente en el pasillo, sin estar seguro de dónde estaban sus amigos.

Los Merodeadores: Segundo AñoWhere stories live. Discover now