Se encontraba de pie justo en la puerta de su edificio a la espera de que llegara Akihiko a recogerle con el coche. Aquel día irían a comer con Takahiro y su familia, eso era algo que a Misaki siempre le alegraba, pero el hecho de que Usagi-san también fuera no le había dejado dormir por la noche debido a la emoción. Misaki se sentía feliz, era como si Akihiko y él fuesen una pareja que iba a visitar a su familia.
Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Akihiko había llegado y había parado el coche justo delante de él.
- Misaki.- Llamó la atención del menor.- Estás ido. ¿Todo bien?
- Sí, todo perfecto.- Sonrió Misaki subiéndose al coche. Se encontraba algo nervioso porque había tomado la decisión de declararse aquel día y sólo esperaba que, en caso de ser rechazado, el escritor y él pudieran continuar siendo amigos. En aquel momento su amistad con el mayor era lo más importante.
- Me hace bastante ilusión ir a comer a casa de Takahiro.- Comentó Akihiko sin apartar la vista de la carretera.- Ya sé que hace tiempo que me ha perdonado y que las cosas están bien entre él y yo, pero que me haya invitado hace que todo parezca más real. ¿Entiendes lo que te quiero decir?
- Sí.- Asintió Misaki sonriendo de lado.- De todas formas mi nii-chan no hubiera podido seguir enfadado contigo mucho tiempo. Eres su mejor amigo y, además, él sabe que...bueno, que nosotros nos queríamos.
- Te has puesto rojo.- Rió Akihiko mirándole de reojo, haciendo que Misaki se cruzara de brazos.
- ¡No es cierto!- Exclamó Misaki.
- No te enfades, sólo estaba molestándote.- Le dijo Akihiko dándole un suave golpe en el hombro, gesto que hizo que el menor se relajara.
- ¿Cómo llevas lo de no fumar?- Preguntó el editor.
- De maravilla.
- Has fumado, ¿verdad?- Dijo Misaki arqueando una ceja. En ese momento llegaron a la casa de Takahiro y Akihiko se dispuso a aparcar el coche.
- Por supuesto que no. Llevo una semana sin fumar.
- Me cuesta creerte.
- ¿Y tú? ¿Has fumado, Misaki?- Preguntó Akihiko apagando el motor y girándose para mirarle directamente a los ojos.- Responde, Misaki, ¿has roto nuestra promesa de no fumar?
- ¡Claro que no!- Exclamó Misaki provocando que el escritor sonriera.- ¡Yo lo que prometo lo cumplo!
- Pues yo también.
- Bueno...
- ¿Qué, Misaki?
- Es posible que anoche me fumara un cigarrillo.- Murmuró Misaki un poco avergonzado.
- Y yo un paquete.- Dijo Akihiko de manera seria para segundos después echarse a reír ambos.
- Somos lo peor, Usagi-san.- Dijo Misaki mientras bajaban del coche.
- Venga, a partir de ahora se acabó el tabaco de verdad.
- Así se habla, Usagi-san.
La comida pasó con tranquilidad y de forma agradable. Akihiko y Takahiro no pararon de hablar recordando su época en el instituto, mientras que Mahiro no hacía otra cosa que intentar llamar la atención de Misaki.
- Mahiro, ya es suficiente.- Le dijo Manami en un momento dado.- Estás agobiando a tu tío.
- No te preocupes, nee-chan.- Sonrió Misaki, quien tenía a Mahiro sentado encima y agarrado a su cuello.
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Amistad
FanfictionAkihiko vuelve a Japón después de estar tres años en Inglaterra. No ha podido quitarse de la cabeza a Misaki y cuando se reencuentren descubrirá que el Misaki al que dejó no es el mismo Misaki que ahora