Final

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~•~•~

Cuando me sentí más calmada, bajé hasta donde estaba Andrea, ofreciendo mi ayuda para los últimos preparativos de la fiesta de año nuevo que sería allí mismo, en su casa. Aunque eso solo era un pretexto para no quedarme en la habitación con Camila.

Poco antes de las once de la noche, los invitados comenzaron a llegar. Solo unos familiares y pocos amigos. Cuando todos ya habían llegado, Mark entró en la sala con Normani en brazos, poniéndola cómodamente en uno de los sofás con el pie apoyado en un pequeño banco con una almohada encima. Pero apenas presté atención cuando las personas comenzaron a amontonarse alrededor de ella, queriendo saber cómo estaba. Porque Camila también estaba allí.

A pesar de que su vestido era recatado, con mangas y llegándole hasta las rodillas, aún así era incapaz de apartar la mirada de ella, no solo porque estaba hermosa, sino porque allí, colgando de su cuello, estaba el collar que le había dado el año anterior, un día después de sacarle su virginidad. Un día antes de que todo se termine.

Como si sintiera mi mirada sobre ella, Camila me miró y sonrió levemente, comenzando a acercarse.

-¿Puedo? - ella preguntó, señalando el vaso de whisky en mi mano.

-No tienes la edad suficiente para beber - dije, alejándome de ella sin darle tiempo de intentar nada.

(Allá la edad mínima para ingerir bebida alcohólica es de 21 años)

Después de eso traté de evitarla de todas las formas, alejándome cada vez que ella se acercaba. Y cuando comenzó la cuenta regresiva, faltando un minuto para la media noche, todos estaban tan emocionados dentro de esa casa que ni siquiera se dieron cuenta cuando salí de la sala y fui a refugiarme a la cocina, solo porque Camila me estaba mirando con tanta intensidad que no pude soportarlo.

Solo faltaban veinte segundos y yo seguí allí en lo oscuro, mi vaso de whisky vacío a mi lado, sobre la mesa donde estaba recostada. En mi mente contaba los segundos junto con las fuertes voces que venían de la sala.

Dieciocho, diecisiete, dieciseis... Me estaba acercando a los diez cuando la puerta se abrió de nuevo y por ella entró de quien estaba huyendo. En sus manos habían dos copas de champán y me dio uno sin decir nada, deteniéndose frente a mí. Incluso en la oscura cocina, podía ver sus labios moviéndose al ritmo de los números en mi mente. Ocho, siete, seis, cinco...

Cuatro... Camila dio un paso adelante.

Tres... Otro paso, lo suficiente para llenar el espacio que faltaba, pegando nuestros cuerpos.

Dos... Contrariando todo lo que había decidido y mi determinación de mantenerme alejada, llevé una mano a su rostro, apartando un mechón de su cabello a un lado. Dejé mi mano allí, sin poder reaccionar de otra manera.

-Uno - susurramos al mismo tiempo, nuestras miradas fijas una en la otra, exactamente un segundo antes de cubrir su boca con la mía mientras todos gritaban y deseaban un feliz año nuevo en la habitación de al lado.

Fue solo un roce de labios, pero lo suficiente como para hacer que mi corazón latiera de tal forma que cuando interrumpí el beso, estaba jadeando como si hubiera corrido kilómetros.

-Feliz año nuevo - ella murmuró, aún con su rostro muy cerca, permitiéndome oler su dulce perfume mezclado con el aroma que venía de su cabello, sintiendo el calor de su cuerpo que seguía pegado al mío.

-Feliz año nuevo - dije, solo entonces recordé sacar mi mano de su rostro, deándolo caer pesadamente al lado de mi cuerpo.

Pero cuando retrocedió un paso, el vacío que dejó el calor de su cuerpo me hizo actuar una vez más por impulso, acercándola de vuelta, con una mano sosteniendo posesivamente sus caderas. Nuestras miradas se volvieron a encontrar y lentamente tomé la copa de su mano, colocándolo junto con el mío al lado de mi vaso de whisky vacío, y volví a cubrir sus labios con los míos.

Dulce Pecado (Camren G!P)Where stories live. Discover now