CAPÍTULO OCHO

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Salimos del aula, yo estaba realmente confundida por la actitud en la que estábamos Sergio y yo. Aún estábamos tomados de las manos y el caminaba hasta la tienda sin mirarme.

- ¿Ya me puedes soltar, Sergio? –Rompí el silencio que había.

- Discúlpame. –Ambos nos soltamos y caminamos solos. – Nicolás es mi tío.

- ¿En serio? No lo sabía. –Respondí con asombro.

- Pensé que Celeste ya te había comentado.

Negué con la cabeza, no iba a poner en evidencia a mi amiga por el descuido de no tener la boca cerrada, fuimos a comprar frituras y nos volvimos a ir al aula, las siguientes clases fueron un tanto aburridas. Pasamos a exponer temas improvisados y todo eso.

Al llegar a casa pude notar que ahí se encontraba el auto de mi padre entre a mi casa corriendo quería verlo, aún era difícil para mí no verlo todos los días como antes. Cuando lo vi fueron muchas emociones me abalancé sobre él y subimos a mi habitación para ponernos al día, estuvimos platicando sin exagerar 2 horas y mi padre tenía que irse de nuevo al trabajo y así lo hizo, me prometió que volvería espero y cumpla con su palabra como siempre lo ha hecho.

Por mi parte me dispuse a hacer la tarea del colegio, pero antes revisé el celular para revisar si el profesor ya había mandado la tarea y pues sí ya la tenía como mensaje. Mandé la tarea al grupo de mi escuela y seguí con mi tarea. No era de platicar en celular mientras hacía la tarea, pero Celeste hacía que le contestarás forzosamente es un poco intensa. Tome el celular y le conteste, esta mujer realmente no pone atención a clases y ni siquiera apunta la tarea. Seguí haciendo la tarea toda la tarde restante, odio cuando mi madre llega y me desconcentra con sus preguntas interrogatorias, si tiene alguna duda de la charla que tuve con mi padre, pues que le pregunte a él, yo no fui la que tome la decisión de separarme.

- ¡Grecia! Baja a cenar

Baje con mucha pereza ya que, mi madre me lanzaría algunas miradas de enojo, por no contestarle, en estas ocasiones sería mejor comer aún lado de mi abuelo. Sé que me defenderá de ella.

- ¿Cómo te fue en el trabajo hija?

- Lo mismo de siempre, motón de trabajo y sin descansar

- ¿Ya te dijo la idea qué tiene tu papá?

- No, ¿cuál es papá?

- Hable con tu madre y le dije que sería una buena opción poner nuestra propia empresa, tengo el capital que me piden, así seríamos nosotros los jefes y descansaríamos un poco más.

Siempre que hablan de negocios me aburría, me apure a comer para poder subir a mi habitación y no aburrirme de la charla de los adultos.

- Termine de cenar, me voy a mi habitación.

- Grecia, quédate con nosotros, hija. -Dijo mi abuela

- ¿Puedo ir por mi celular?

- Sí, al fin ya terminaste de cenar.

Corrí a mi habitación por mi celular, antes de eso lo revisé y ¡oh sorpresa! Tenía un mensaje de Nicolás y de Sergio, me senté en la orilla de mi cama para contestar los mensajes.

Profesor Nicolás                                                                                Sergio

En línea                                                                                                En línea

Nicolás: Buenas noches Grecia.                                                Sergio: Hola bonita

Grecia: Buenas noches                                                                 Grecia: Hola Sergi

Bajé de la habitación y me puse a platicar con mi abuela, puesto que mi madre y mi abuelo estaban platicando sobre la empresa que pondrían, por alguna extraña razón me emociona que hablen sobre un negocio.

- La empresa la quiero poner a nombre de Grecia. –Dijo mi abuelo.

- ¿En serio, papá? –Respondió mi madre.

- Sí, quiero dejar su patrimonio asegurado, al ser mi única nieta, pues me gustaría que ella se quedase con todo lo que tenemos.

Las lágrimas cayeron sobre mis mejillas, pero esa es una parte de la vida que tenemos que entender, no somos eternos, y si lo fuéramos siento viviríamos aburridos y más amargados de lo normal. En estos momentos me olvidé del celular y seguí platicando con mi abuela, siempre me contaba la historia de cómo conoció a mi abuelo, cómo pidió permiso para andar con ella y todo lo bonito que se hacía antes, aunque por otro lado de la moneda me comentó que había veces que le decían a mi bisabuelo que le cambiaban a mi abuela, por una vaca, un cerdo cómo si se trátese de un trueque. Le pedí minutos a mi abuela para que me dejase contestar el móvil

Profesor Nicolás.

Nicolás: Necesito hablar contigo mañana, es urgente...

Chica en casa.Where stories live. Discover now