Chica en casa.

CAPÍTULO ONCE.

Una vez despierta, me preparé para irme a la comida con Sergio, estoy muerta, fue una mala idea hacer toda mi tarea ayer, pero así me iré sin ningún problema.

SERGIO

Detesto cuando hay reuniones familiares, estarán todo el día en mi casa, desayuno, comida y cena, eso quiere decir que tendré todo el día al insoportable de Nicolás.

Aún me encontraba en mi cama, tengo que pararme para arreglarme e ir por Grecia. Por qué rayos se me ocurrió invitarla, la convenceré de irnos a otro lugar, escuche como tocaban la puerta de inmediato indique el acceso a mi habitación, era mi madre.

- ¿Qué pasa mamá? –Respondí mirando hacía la ventana.

- Dice tu papá que ya tienes que bajar, y por lo que veo aún no estás arreglado, vete a darte una ducha rápida y por bajar baja, no quiero verlos pelear de nuevo. –Dijo acercándose a mí, se agachó y me dio un beso en la frente.

- Eso iba a hacer, mamá dime algo. –Le indique que se sentará a mi lado.

- Dime, ¿en qué te puedo ayudar?

- ¿Ya está Nicolás? –Dije un tanto curioso.

- Sí, también ya llegó su prometida.

Me levanté de mi cama, ayudándole a mi mamá por la panza de embarazada, y le dije que en un momento bajaba, le regresé su beso y me metí al baño para prepararme, al salir, tome mi celular para mandarle un mensaje a Grecia, para decirle que dentro de una hora pasaría por ella.

Baje a la sala y ahí se encontraba Nicolás con Cecilia su prometida, pase de largo sin decirles nada, de un momento a otro Nicolás ya estaba a un lado mío.

- ¿Podemos hablar? –Dijo Nicolás

- ¿Hay algo que tengo que hablar contigo?

- Sí, tenemos que hablar de algo importante. –Lo vi serio, pero, a decir verdad, nada de él me sorprende.

- ¿No lo entiendes? Todo de ti me aburre, no quiero que nadie me relacione contigo, odio saber que eres mi tío, odio cuando todos los profesores quieren arreglar mis asuntos contigo, cuando tú no eres mi padre y que bueno que no lo eres, porque eres la persona más odiosa que yo conozco. –Respondí enojado.

Me dirigí al jardín, pero fue mala idea, Nicolás me siguió y ahí me detuve dándole la espalda

- ¿Por qué me odias tanto? Sergio, ¡Contéstame! –Dijo Nicolás, ¿realmente quiere saber? Él sabe mentir muy bien.

- Nicolás, déjame vivir mi vida como yo quiero, déjate de paternidad conmigo.

- Sobrino, quiero tú bien, sabes que te quiero y siempre voy a querer lo mejor para ti.

- Lo mejor siempre me lo arrancaste o ¿ya no recuerdas? -Contesté bastante enojado.

- Pensé que ya lo habíamos dejado atrás ese tema.

- Lo superaste tú, pero, yo por más que intentó no logro dejarlo en el pasado, heriste a tu hermano y él te trata como si nada hubiese pasado. Me arrebataste a la mujer que más he amado en esta vida.

Sabía que él siempre iba a decir que fue un error, pero, ese "error" hizo que yo perdiera a mi madre biológica.

- Vamos Sergio, fue un error de adultos.

- Sí lo fue, pero eso cobró la vida de mi madre, por querer huir contigo tuvo ese maldito accidente y cuál fue tu respuesta.

- Yo no hice nada para que tú madre se enamorara de mí, yo siempre le dije que era la esposa de mi hermano y la madre de mi sobrino. Ella con su necedad de irse lejos conmigo.

- ¡Cállate! Yo encontré todos los mensajes que se enviaban y ahí no mostrabas el respeto que dices que le tienes a mi padre.

- ¿Por qué nunca me dijiste que habías visto esos mensajes?

- Porque eres tan poco hombre que los negarías, por mí te puedes ir al carajo no te metas más en mi vida y si quieres hijos dile a Cecilia que se apuré o mejor dicho, ten una buena puntería y jodele la vida a él.

Me retiré de ese lugar, hablar con él me daña bastante, sabe cómo sacar lo peor de mí. Mis ganas de golpearlo eran inmensas. Sabía que era un dolor que nunca iba a olvidar.

Salí de mi casa y me subí al coche para ir por Grecia, ella es la única que puede darme la paz que necesito, haré todo lo posible para convencerla de irnos a otro lugar, donde no esté el rostro de Nicolás, como desearía que él no fuera parte de mi familia.