Otra versión de la relación - WARIAM -

Reencuentro

Un hombre de unos cincuenta y pico, estatura normal, pelo negro con canas, sin barba y la piel lisa, una version más adulta de mi primo se encontraba detrás mío

Siempre se dijo que nuestra estatura y nuestra forma de caminar era la misma, suerte que sólo había tenido eso de él

-— No tuve que decir nada, sabes que estas cosas son fáciles de pasar

-— A que has venio - giré mi silla

-— He visto a tu novia - se acercó a otra frente a mí - con ese acento, muy guapa, espero y dure bastante

-— Y yo, esperaba pedirle casamiento en navidad o año nuevo

-— Muy cliché, de seguro se te ocurre algo mejor

-— Al grano Rubén - dije tajante

-— Nunca me habías dicho así sobrina - fingió asombro

-— Ya estamos grandes para algunas cosas

-— Bien, desconocía esta parte de ti, he de admitir, pero me gusta que hayas madurado...¿qué tal tus padres?

-— No los metas - apreté los dientes

-— Uy, saltas cómo tu amiga la leona cuando se habla de los tuyos

-— Se que sabes mucho, y se que sabes que yo también

-— Se que mi hijo está de tu lado, y lo veo justo - señaló - pero no es tan fuerte como se muestra

-— No necesito fuerza si no se llegan a esos términos, ¿no es cierto?

-— Touche...sé que quieres volver con tu chica y estar en tu casa así que te lo diré directo, quiero lo que es mío

-— ¿Qué es tuyo Rubén? - lo mire a la cara

-— Lo sabes bien niña, no lo compliques

-— Vuelvo a repetir, qué es tuyo Rubén

-— No voy a decirte - me contestó cuando se dio cuenta lo que quería decir - no es de tu incumbencia saberlo

-— Lo es si está dentro mío

-— Lo único que tienes que hacer es venir conmigo y cuando lo tengas volverás a tu vida famosa de siempre

-— Sabes, siempre te brulabas cuando yo quería ser cantante, tú y mi padre me decíais que eso era una mierda, y que tenía que seguir tu ejemplo - me pare - por esto era que quería que lo hiciera, ¿no?

-— Cuando empezaste a estudiar contaduría me supo a gloria - recordó

-— Y la jodi cuando lo dejé y me dediqué al baile, inconscientemente lo hice bien - apreté sus hombros - porque me perdí y te costó encontrarme, aún sabiendo que era un foco público - deduje

-— Hago bien mis jugadas - me miró de soslayo

-— No lo sabría yo muy bien - tomé mis cosas - te diré una cosa y haremos otra

-— ¿Qué haces? - me dijo cuando vio que me iba

-— Lo que se supone que tengo dentro mío - segui sin prestarle atención - no lo tengo más

-— Qué - palidecio

-— Me lo quité apenas supe que era una amenaza, no iba a cargar con sabe uno qué

-— Donde lo tienes - se me acercó y lo detuve en el camino

-— No voy a soltarlo hasta que sepa qué es, así que ahora será a mi manera, no más secuestros y no más cosas escondidas, cuando averigüe que es veré si te lo daré o no