Round One

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-— ¿Por qué nos quedaremos aquí?

-— No, tú te quedarás aquí

-— Reformulo, por qué me quedaré aquí, y que es esta ciudad por cierto, pensé que iríamos a Madrid

-— Iré a ver a mis padres, a Madrid no quiero ir todavía

-— Tienes miedo - rio

-— Miedo me da esa sonrisa tuya - lo mire raro - joder como es que no espantas a la gente

-— Porque soy encantador...no me desvies el tema, tienes miedo de que te maten

-— Es que si conocieras a las Miriam al cuadrado, estarías peor que yo

Ese día siguiente ya estabamos en San Sebastián, demasiados nervios en el camino por todo lo que estaba por suceder pero tenía ganas de que sucediera y volver todo a la normalidad aunque sea por poco tiempo

Cerca de medianoche cruzaba la puerta de ese hotel para dirigirme a casa de mis padres, la noche no estaba tan mala así que me fui a pie aprovechando el largo camino para pensar bien que haría, sin dudas cuando arreglara las cosas con mis padres les pediría una opinión

No demoré mucho más de una hora en llegar a esa calle de casas con parecidos entre ellas, la última a la izquierda, así era como lo recordaba

La hora de aquél nuevo teléfono que había adquirido marcaban la una menos cuarto de la mañana, como no me echen a patadas tengo suerte

Crucé el portón y le eche un vistazo a las plantas mientras pasaba, de seguro estaban hermosas y se había dedicado su buen tiempo a ellas. Tomé una gran bocada de aire y toque el timbre que resonó enormemente debido al silencio de la noche, ya me estaba empezando a sentir mal, recordando de chica como odiaba hacer ruido en las noches para no despertarlos, despertar a mi padre más bien

-— ¿Quién es? - se le escuchó decir a mi padre

-— Ten cuidado, a esta hora puede ser cualquiera, deberías de dejarlo hasta que se vaya - articulo mi madre

-— Soy yo padres

Se escuchó silencio por unos segundos, que parecieron minutos, hasta que la puerta se abrió dándome vista de esas dos personas que no había visto en más de un mes y que tanta fuerza me habían dado para que hiciera lo que hice

-— Lo siento - dije en un sollozo

Ambos me envolvieron con sus brazos y me llevaron dentro, mi padre se encargó de que nadie me siguiera y mamá me llevó a la pequeña cocina

-— Estás bien - acarició mi cara

-— Lo estoy mamá - le sonreí entre lágrimas y volvió a abrazarme fuerte - con cuidado - la aparté un poco y me miró preocupada

-— Tendrás que contarnos muchas cosas - dijo el hombre desde la puerta

-— Lo haré, les contaré todo

Y eso fue lo que hice, les conté desde aquella visita de mi tío en ese concierto y del rescate de Ana que fue el desencadenante para que me fuera, les dije lo que hice es esas semanas, a quien me había vuelto a encontrar y lo que posiblemente estaba a punto de suceder, todo con detalles, menos a quién me había traído, a ellos o al menos a mi padre, no estaba lista para contar

-— Entonces en estos días que habrá paz buscaremos un lugar para estar cerca de ti - aseguró mi padre

-— Es que ni yo se como volver, tengo tanto miedo - flote mi cara

-— Estuvieron un tiempo con nosotros - confesó y me hizo mirarlos atenta - no sabes como estaban

-— Y Mimi cariño, ella estaba tan destrozada

Otra versión de la relación - WARIAM -Where stories live. Discover now