Estoy de pie frente a mi espejo, detallándome y guardando este momento para siempre en mi memoria, hoy, por fin después de tantos esfuerzos y sacrificios consigo graduarme, y lo mejor de todo, en lo que me gusta, en lo que me nace y algo que nunca me cansaré de hacer.
Desde que Alessandro me pidió que fuese su novia PÚBLICAMENTE las cosas con él han ido de maravilla, mientras que en la universidad se extiende la noticia y levantan chismes, pero eso es lo que menos me interesa, ya me largo así que por mí pueden hablar y decir lo que se les venga en gana.
Suspiro y me observo por ultima vez, tengo un vestido negro entallado, zapatillas plateadas y un bolso de mano del mismo color, unos pendientes de plata que me regalo mi madre con una hilera de tres diamantes que van aumentando su tamaño, y la pulsera de mejores hermanas que compré para Carol y para mi, que para mi gusto es de plata y con el nombre de la otra grabado en la parte interior de una lámina de plata con una luna.
-Saaaaam, date prisa- grita Carol desde afuera.
-Voy, dame un minuto negra.
-! Samantha Delgado no le digas negra a Carol ¡- dice mamá desde algún lugar de la casa y me carcajeo.
- Tranquila Emilia, me ha dicho cosas peores- le contesta Carol con intención de que me reprenda.
-! Sam, por Dios, te lavare la boca con soda ¡- réplica mamá divertida.
- No le creas mami- grito mientras abro la puerta de mi habitación y salgo para por fin marcharnos a la universidad, pero cuando me fijo en Carol por poco y me caigo de para atrás, esta hermosísima.
Luce de manera espectacular un vestido en azul, con un escote en forma de corazón totalmente cubierto de lentejuelas, luego llega hasta su rodilla en un vuelo de malla un poco mas oscura y con lentejuelas por aquí y por allá, está realmente hermosa, tienes unos tacones plata muy bonitos y su cabello rizado le queda de maravilla, ha utilizado delineador y rímel lo que hace que resalten sus bonitos ojos. Abro los brazos y nos fundimos en ese cariñoso gesto.
-Los sueños se nos están haciendo realidad Mi Negra- digo conmovida.
-No lo merecíamos ¿no crees?, tantos años luchando, Dios nos está recompensando- contesta.
-Tus padres deben estar, muy orgullosos de ti- suspira.
-Estoy siguiendo sus consejos, lo que mi corazón me dictaba era la música y mírame, la próxima semana grabare mi primer sencillo, pero no seria lo mismo sin tu apoyo, eres mi única familia, y si con alguien quiero compartir mis triunfos es contigo y con Esteban- me suelta y mis lagrimas se mantienen a raya, no quiero que se me corra el maquillaje.
-¿Crees que para mí esta vida seria lo mismo sin tu no estuvieras aquí Carol?- sonrío y ahora la que mantiene las lagrimas a raya es ella. Mama se acerca y partimos a nuestra graduación.
Todos han perdido la cabeza, la universidad esta a rebosar de estudiantes nerviosos y padres orgullosos, fotos por aquí y por allá, besos, abrazos, lagrimas, en fin… el caos que siempre se origina en un evento de estos.
Estamos es un pequeño grupito, Carol, mamá, Esteban y yo, Alessandro me envío un mensaje diciendo que no tardara en llegar.
Siento ese escalofrío en la espalda que ya me es familiar, lo percibo y cuando me doy la vuelta viene hacia mi, elegante, decidido y con un traje negro, camisa blanca y esa corbata roja que le queda tan bien, se la quitare y la guardare en mis cosas. La gente que esta cerca no nos quita la mirada de encima, unas babean al ver a mi hombre, pero lo siento tontas, ¡ES MIO¡ , cuando llega al grupo me abraza y yo también me pego a su pecho y me quedo asi unos segundos, cada vez que le veo mi corazón se detiene por dos segundos, estoy enamorada.
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No me mientas
RomanceSamantha es una estudiante de Literatura, ama los libros y según ella lo tiene "todo bajo control" hasta que aparece en su perfecto mundo Alessandro, un hombre que no viene a divertirse y menos a enamorarse, según el.