El Coleccionista - Verkwan (Adaptación)

Capitulo 19: Baloncesto

Cuando Seungkwan y yo llegamos a Rec, Wonwoo y Annabelle ya se encontraban en la cancha. Estaba sorprendido de ver que no había nadie más esperando para jugar. Supongo que los ciudadanos de por acá no tenían grandes aptitudes físicas. Lo que me hace preguntar en que estarán metidos, diría que perdidos en sus celulares o computadoras. Algo verdaderamente intelectual como eso.

Annabelle está intentando girar el balón en la punta de su dedo y haciendo un trabajo bastante impresionante. Lo gira varias veces antes de voltearlo y golpearlo 
contra el suelo. Después lo persigue y se percata de nosotros caminando en su dirección.

—¡Eh, eh! —dice—. Mira quien apareció. ¿Listo para que pateen tu trasero?

Ella está diciendo estupideces, y me encanta eso. En mi opinión, todo es parte de la experiencia. Jugar limpio no es mi estilo.

Me lanza el balón y lo atrapo con una mano. El baloncesto es uno de los muchos deportes donde tener las manos grandes ayuda. Tomé el balón, lo dribleo detrás de mi espalda, luego lo llevo para una cesta de dos puntos.

Annabelle ríe.

—Oh, así que piensas que estás caliente, ¿verdad?

—Chica, tengo ritmo para muchos días.

Seungkwan aplaude como si estuviera disfrutando esto y se sienta en el suelo cerca de la pared. Luego procede a jugar con su brillante cabello nuevo como si no pudiera estar más feliz.

—¿Cómo juegan chicos? —pregunto—. ¿Uno a uno?

—Sí —responde Annabelle—. Wonwoo y yo jugaremos primero, entonces tú jugaras con el ganador. Jugamos a quince. ¿Bien?

—Funciona para mí —Camino hacia donde Seungkwan está sentado y me apoyo contra la pared.

Annabelle toma el balón en la línea de los tres puntos, y Wonwoo se encuentra parado a unos pasos de distancia, listo para vigilarla.

Ella sonríe a su oponente, lo engaña por la izquierda, y hace una línea recta hacia la canasta. El balón golpea contra el piso mientras ella driblea. Luego se levanta suavemente en el aire, y este traquetea a través de la red. Ella alza sus brazos y grita. 

Sostiene un dedo y le dice a Wonwoo. 

—Ese es uno, tonto.

Annabelle lanza el balón hacia Wonwoo, y él lo toma en la cima del tiro. Me estremezco al pensar de cuan brutal será su juego, pero antes de que pueda imaginar sus golpes fundamentales, alza el balón por encima de su cabeza y lo lanza calmadamente en el aire.

Y no golpea nada más que la red.

Desde casi seis metros.

¡Maldición!

Annabelle se mofa.

—Nunca vi eso venir.

Por los siguientes minutos, veo el juego desarrollarse. No tomó mucho para identificar sus fortalezas. Annabelle es una maestra dentro del juego, y Wonwoo tiene una precisión milimétrica en triples. Es claro que Wonwoo entiende mejor los fundamentos, pero está perdiendo terreno porque le falta agresividad. 

A pesar de que tiene miedo de desempeñar todas sus habilidades, se las arregla para ganar el juego por un par de puntos. Annabelle lo acusa de hacer trampa y se desploma al lado de Seungkwan.

Ella me mira y ondea suavemente su mano hacia la cancha. 

—Tu turno, chico grande. Perdón por no haber sido la única en aplastarte.

Me levanto, deseoso de mostrar de lo que estoy hecho. Ha sido un largo tiempo desde que le había dado a mis deportivos rojos un entrenamiento.

Wonwoo no me miró a los ojos. Me lanza la pelota como para decir: Sácala. Agarro el balón, rodeo a Wonwoo con un movimiento, y su guardia no tiene ninguna resistencia. Es como si ni siquiera estuviera intentado detenerme.