Brillante y Puro

Epílogo

Unos años después

Mistic Falls, VA

Klaus se despertó sobresaltado.

Tenía un mal presentimiento, pero no podía identificar de dónde venía. Sabiendo que no volvería a quedarse dormido, decidió levantarse y preparar el desayuno.

Todo había ido bien en Mystic Falls durante aproximadamente unos años. Bueno, al menos para Klaus y Caroline. Matt y Elena iban juntos en carro, cuando Matt se desvió tratando de no golpear a un ciervo y se estrelló en el agua debajo del Puente Wickery. Matt casi había muerto y Elena lo hizo. Afortunadamente o desafortunadamente para ella, tenía la sangre de Damon en su sistema. Caroline le dijo que no estaba bien.

El reverendo Young y un grupo de personas perecieron en la explosión de una pequeña cabaña debido a una aparente fuga de gas. El funeral era hoy y Caroline planeaba asistir. Elizabeth y Hope se quedarían en casa con Klaus para evitar el inevitable drama.

Perdido en sus pensamientos y revolviendo la mezcla de panqueques, Klaus ni siquiera escuchó a Hope bajar las escaleras. De hecho, ella lo sorprendió tanto que cuando saltó para sentarse en el mostrador, el tazón de masa voló de sus manos y le salpicó la cara junto a la ropa.

Conociendo el temperamento de su padre, Hope lo miró con los ojos muy abiertos a su rostro cubierto de panqueques, esperando su reacción. Klaus estaba casi enojado, hasta que miró a la niña de cinco años que tenía delante. Su rostro se suavizó y esbozó una sonrisa para hacerle saber que no estaba enojado.

Hope lo tomó como una señal y estalló en carcajadas. Pronto ambos se echaron a reír y Klaus caminó alrededor del mostrador, alcanzando a su hija, amenazando con cubrirla también con la masa. Hope tomo una postura desafiante, culpó a su madre y se puso de pie en el taburete del bar para que estuvieran cara a cara.

Lentamente extendió un dedo hacia su cara y le sacó un poco de masa de la mejilla. Se metió el dedo en la boca y sonrió.

-Delicioso- dijo tontamente, e inmediatamente se dobló de risa de nuevo.

Klaus se unió y la agarró con sus pegajosas manos de panqueque y le hizo cosquillas, haciendo que su risa se convirtiera en chillidos.

Caroline bajó las escaleras con Elizabeth a cuestas, bostezando.

-¿Qué está pasando aquí abajo?- Caroline les preguntó a las dos rubias sospechosamente calladas e inocentes en medio de la habitación.

Ella trató de suavizar su tono, sabiendo que se estaban divirtiendo.

-¡Mami, papi tiene deliciosos panqueques por toda la cabeza!- Hope dijo inocentemente.

Caroline se acercó y besó a su esposo.

-Mmm- tarareo -Sí, lo hace.

-Caroline, amor, ¿por qué no te preparas para el funeral y yo terminaré de preparar el desayuno con las chicas?- sugirió, sabiendo que Caroline necesitaba un descanso para tener todo listo por una vez.

Caroline sonrió.

-¡Eso sería genial!

Mientras subía las escaleras, se dio la vuelta para ver a sus tres personas favoritas divirtiéndose. La hizo muy feliz. De repente, sus ojos se abrieron.

-¡¿Nik?!- ella le gritó.

-¿Si amor?- él respondió, secándose la cara con una toalla.

-¡Limpia este desastre!- dijo ella, mientras se daba la vuelta y caminaba hacia su habitación.