Capítulo 3 (Una noche)

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—Duerme conmigo, Ae...

¡¡POR FAVOR, QUE ALGUIEN ME RECUERDE COMO SE RESPIRA!!

Pete, el chico callado de la piscina que no se atrevía a hablar con nadie, el chico tímido y lindo que estaba sentado comiendo frituras en la casa de Can.

Está en estos momentos arriba de mi, sus mejillas tienen un gran sonrojo, sus ojos llenos de deseo y está pasando su lengua encima de sus labios, mientras me mira como sí fuera su presa.

Recuerda tu heterosexualidad, Ae... No la olvides.

—Tragué saliva — N-no lo sé, no quiero que te sientas... Incómodo — estaba hablando con mi voz tambaleándose.

—Se acerca a mi cara haciendo que nuestros labios esten a centímetros de tocarse — por favor, Ae... Duerme conmigo — me pidió otra vez formando un puchero en sus labios.

¡¿Como alguien puede verse sexy y adorable a la vez?!

¡Eso es imposible!

Pero al parecer es muy posible para Pete que en estos momentos está acercando su cuerpo cada vez más al mío.

Tengo que quitarlo de encima.

—Esta bien... Dormiré contigo — acepté
haciendo que Pete formara una sonrisa en sus labios y se quitó de encima.

Eso fue fácil, ahora toca el verdadero desafío... Llegar al amanecer sin perder el control.

Suena fácil, pero lastimosamente no lo es.

Me senté en la cama mientras Pete iba a su armario a hacer yo no sé qué.

—Pete, voy a asegurarme de que la puerta esté bien cerrada, creo que la dejamos abierta — dije rápidamente mientras salía de aquella habitación.

Fui hacia la puerta y estaba cerrada, aproveché y comencé a respirar profundo tratando de controlar aquel calor que se está apoderando de mi cuerpo.

Sólo tengo que pasar una noche aquí, es fácil, no será un problema. Los dos somos hombres... No va a pasar nada.

¡¿Verdad que no va a pasar nada?!

Después de haber respirado profundo unas 123 veces para tranquilizarme, cosa que no funcionó del todo, vuelvo a la habitación de Pete con una expresión seria en mi rostro.

Simplemente... No me esperaba lo que estaba detrás de aquella puerta.

Un Pete sin camisa, sin pantalones, sólo con su ropa interior puesta tirado en su cama.

Esta imagen quedará por siempre en mi memoria como la imagen más sexy que he visto en toda mi vida.

—Ae... Yo duermo en ropa interior, espero que no te moleste — dijo aquel chico mirándome aún tirado en su cama.

¡¡ME VA A DAR UN INFARTO!!

—E-esta b-bien no hay problema — digo lo más indiferente que pude.

Pero es que en serio, me falta como dijo Pond un "poquitito" para que me valga mierda todo y me lancé encima de Pete.

Me acerqué a la cama sin despegar mi vista de aquel individuo que estaba acostado en ella.

—Acuéstate tranquilo, yo no muerdo — dijo Pete mientras mordía su labio inferior.

Otra vez tragué saliva, simplemente ese acto de morderse el labio hace que una corriente eléctrica pase por todo mi cuerpo.

Tenía que quitarme la ropa que cargaba puesta, menos mal había traído otra ropa para cambiarme allá en casa de Can, ahora podía utilizarla para dormir ya que es cómoda.

Por un beso -♡Ae Y Pete♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora