Capítulo -3-

594 78 14
                                    

El día pasó más rápido de lo esperado. Traté de pasar las horas lo más alejada posible de la gente en general. Aquello era un trabajo difícil porque a todas horas había alumnos por los pasillos, baños y en el jardín. El único sitio al que podía ir era a mi habitación, y allí las horas eran más largas.

Pero me entretuve leyendo. En mi habitación había una estantería llena de libros y estuve un buen rato elegiendo uno entre todos para empezar a leer.

Un poco más tarde Nadia apareció en mi puerta para avisarme de que debía ir a comer.

- ¿Has estado todo el día aquí metida? -Me preguntó preocupada al ver la cantidad de libros que había esparcidos por el suelo-. Hannah...

Miré al suelo.

-Me cuesta acostumbrarme... -Mentí-. Pero mañana será otro día. Lo prometo.

Nadia parecía satisfecha y salí detrás de ella con una sonrisa falsa en los labios.

- ¿Se ha metido alguien contigo? -Me preguntó de camino al comedor.

- No, todos han sido muy... Amables.

Continué mi mentira sin saber muy bien por qué lo hacía.

- ¿En serio? -Nadia parecía sorprendida-. Eso es nuevo...

Me mordí el labio inferior. Siempre que estaba nerviosa me pasaba eso, me ponía a morder mi labio sin ninguna piedad.

- ¿A qué te refieres?

Nadia carraspeó suavemente.

- No lo sé... Nuestras alumnas suelen ser... Un poco especiales con la nuevas... No las respetan hasta que ellas demuestren su valor... A veces se pasan, pero suelen cansarse rápido... En menos de dos días ya no se acordarán de ti.

Una sonrisita de esperanza decoró mi rostro...

Nos paramos frente a la puerta del comedor. Nadia se giró hacia mí para hablarme.

- ¿Quieres entrar sola? -Me preguntó-. Todavía tengo que hacer un par de cosas.

Sus palabras anteriores me habían tranquilizado y me sentía con fuerzas para enfrentar cualquier cosa que se avecinase.

- si. -Sonreí-. No pasa nada.

Nadia me acarició la cara en modo de agradecimiento y luego se marchó.

Me quedé mirando la puerta atontada y entonces dos chicas me apartaron de allí de un empujón.

- ¿Quieres salir del medio petarda? -Me dijo la más alta y la reconocí al instante.

La misma chica del jardín. Apreté los puños para no decir nada y quedarme callada... Esto sólo era temporal ¿no? Las miradas frías y los malos tratos sólo eran parte de una ''bienvenida''... Y yo tenía que aguantar hasta el final.

Entré detrás de ellas. El comedor era igual de precioso que el resto del centro. Estaba lleno de adolescentes, todos mezclados, chicas con chicos.Entre toda la gente traté de visualizar una mesa libre para mí, pero no encontré ninguna y mi baja estatura no me ayudó mucho.

- ¡Eh, petarda, ven a sentarte con nosotras si quieres!

Se me hizo extraña aquella propuesta...Hacía un rato me había empujado en la puerta y supe que aquello no traía nada bueno.

Aunque así fuera, me senté allí, a su lado... De todas formas, no había ningún otro sitio libre.

- Antes no me dijiste de donde venías... -Comentó, observando mi plato de comida.

Alone [EDITANDO]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant