Extra 5

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Normal Pov

Una semana después, la chica de cabello ahora rosado y labios con forma de corazón caminaba con rapidez por los pasillos del hospital donde estaba internada el amor de su vida. Tiempo antes, Roseanne y Lalisa la habían llamado entre gritos de emoción y palabras enredadas; Jisoo tuvo que levantar el volumen de su voz para que ambas pudieran detenerse y explicarle con claridad lo que sucedía, pues estaba en la peluquería y no se encontraba de un muy buen humor. Había pedido exactamente que usaran el tinte de color morado porque quería probar algo nuevo, no obstante, durante el proceso algo salió mal y terminó tiñiendose de un color rosado pastel. A los ojos de Rosé y Lisa era adorable, pero a los suyos una completa calamidad. Hubiese preferido quedarse con el simple negro.

Calmándose un poco más, Rosé fue quien tomó la palabra primero, dándole algunos detalles y creando un gran monólogo; a mitad de su discurso, Lisa había interrumpido para gritarle que Jennie había despertado y debía llegar cuanto antes.

Jisoo abrió la boca en completo shock, ligeramente asustada y feliz por lo que escuchaba, aún no tenía idea de cómo reaccionaría Jennie si nota que está allí, pero ella quería hacerlo. Quería verla y hablar. La discusión de las menores le sacó de su ensoñación y, diciéndoles que iría de inmediato, colgó la llamada.

Sin embargo, como al parecer se había despertado del lado equivocado de la cama hoy, las cosas no salieron como ella quería. Tuvo un retraso de más de una hora debido al embotellamiento en la autopista principal.

Al llegar al hospital Lisa y Rosé la abordaron en la entrada y le dijeron que Jennie se encontraba en la habitación que le asignaron, junto a su madre. Frunció el ceño en cuanto escuchó aquello, pues aún las cosas no se resolvían completamente con la madre de la castaña, pero ella necesitaba estar ahí para Jennie.

Caminó hacia la habitación y al entrar vio solamente las sábanas desordenadas y una almohada tirada en el suelo. Observó a su alrededor. Las gafas negras de sol y el bastón habían desaparecido. Jennie también, por supuesto.

Con cierta preocupación, salió el lugar y preguntó a cada enfermero o doctor que veía sobre el paradero de la castaña. Preguntó a más de seis personas cuando finalmente una enfermera, algo mayor, le dijo que la había visto en el patio central junto a su madre. Completamente agradecida, Jisoo hizo una reverencia y empezó a correr. Claro que no tardó mucho antes de ser regañada por un doctor, quien, tal y como si fuera la escuela, le dijo que estaba prohibido correr en los pasillos porque podría tropezar con algún paciente.

Rindiéndose, Jisoo disminuyó su ritmo y continuó caminando de forma un tanto rápida hasta llegar al patio central. Cuando salió al lugar, contempló lo ciertamente hermoso que era. Con árboles, césped verde, asientos de madera detallados finamente y varias flores en los extremos. Pero no podía quedarse ahí parada para siempre, debía buscar a Jennie.

Recorriendo el lugar con la vista un poco más, visualizó un gran roble en medio del lugar; habían algunas decoraciones cerca, de una de sus ramas colgaba un gran columpio doble y justo en él, se encontraba sentada cierta chica castaña.

Aún vestía la bata verde del hospital, su cabello había crecido otro poco, las gafas de sol afirmaban su rostro y sujetaba con fuerza el bastón entre sus manos mientras mecía sus pies suavemente en el aire.

Con vacilación, Jisoo se acercó a pasos lentos hasta llegar al roble y tomó asiento en el columpio al lado de la castaña.

Pareció no darse cuenta de su presencia, no obstante, Jisoo sabía que Jennie era demasiado inteligente y astuta como para no notarlo. A pesar de no ver, sus otros sentidos funcionaban a la perfección.

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