Desconocido te añadió al grupo 3: La última venganza

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Grupo:

Desconocido: Hola otra vez

Desconocido: Hoy vengo inspirado, así que haremos un pequeño juego para agilizar las cosas.

Micaela: Tú con tus juegos estúpidos. Ya verás que la policía te va atrapar en cualquier momento

Desconocido: Los estoy esperando

George: Estamos en horario de clases, no podemos hacer mucho

Desconocido: Lo se, por eso les hablé ahora

Abigail: Yo no voy a hacer nada, que quede claro

Desconocido: No lo hagas, no te estoy obligando.

Desconocido: En fin, veo que muchos ya están en clases, una buena oportunidad

Carla: Yo estoy en mi casa jskakskaos

Desconocido: Te salvas por hoy, Carla.

Richard: Para qué fui a clases

Desconocido: Veo que todos están leyendo los mensajes, bien.

Desconocido: Por ahora sólo sé que Yamandu, Richard, Alexandra, Juan y Martina están en el salón de química. Su profesor faltó, pero aún así tienen que dar el examen.

Yamandu: ¿Cómo lo sabes?

Richard: Para qué fui a clases x2

Juan: Ya, di lo que tenemos que hacer

Desconocido: Dejen de hacer el examen y vayan a la página 69 de su libro de química.

Martina: PERO QUÉ

Martina: ES SÚPER TÓXICO

Alexandra: Nunca habíamos hecho este experimento antes

Juan: Creo que hasta no lo podemos hacer, faltan componentes

Desconocido: No me importa. Está todo lo que necesitan, solo basta con buscar.

Desconocido: Lo que ven ahí es la forma de crear Triyoduro de nitrógeno. Una de las mezclas más inestables del mundo. Tan sólo con cometer un error o un roze, explotará soltando una especie de nube violeta. No es tan tóxico, pero peligroso. Tienen que hacer la mezcla y salir de ahí cuanto antes. El último que quede será eliminado.

Desconocido: Mucha suerte jóvenes, la van a necesitar.

Desconocido: Y recuerden, los estoy vigilando...

Desconocido se desconecto

En el salón de química

Los participantes del reto quedaron atemorizados. Se miraban entre si esperando encontrar una mínima esperanza de poder salir todos vivos de ahí. Aún así Juan fue el primero en empezar.

- No tenemos tiempo.- Afirmó Juan.

Juan al igual que Alexandra fueron los primeros en comenzar. Sin embrago los demás iban de a poco, ya que apenas se habían adentrado al mundo de la química, no estaban seguros de lo que iban a hacer. O si iba a estar bien.

Alexandra estaba por terminar, uno de sus dotes más grandes era la facilidad que le tenía a la matemática y a la ciencia. Vertió el sólido húmedo sobre una toalla que había encontrado cerca de unas provetas, y lo hizo en una campana de extracción. La dejó secar y la activó con un palo de metro. Sólo sonrió para no provocar ningún desastre debido a que la mezcla es inestable.