Naruto: Ira Del Emperador

Prólogo [Segunda Parte]

Una semana más tarde...

Los dos buques de carga de Pekara, cada uno con la bandera del Imperio Occidental Unificado, el Sello Negro de los Cuatro Símbolos sobre un fondo rojo, pasaron por el puerto de Kurata y se dirigieron hacia el interior. Solo que esta vez, los barcos no transportaban mercancías del este. Estos buques de carga transportaban refugiados.

Había pasado una semana desde lo que se conocería en todos los países elementales como el éxodo de Konoha, en el que cuatro clanes principales y más de cien shinobi habían entregado a sus hitai-ates y salieron de Konoha. Tsunade y el Señor del Fuego no pudieron acusarlos de deserción, ya que renunciaron voluntariamente a las fuerzas shinobi.

De pie en la cubierta del primer barco, estaba Hiashi Hyuuga.

Habían pasado seis años desde la última vez que vio a Hinata, después de haberla enviado con Naruto para evitar que la marcaran con el Sello del Pájaro Enjaulado. A pesar de su apariencia externa de menospreciar a su hija mayor, Hiashi se preocupaba por ella, y enviarla fuera fue lo más difícil que había hecho. Pero Hinata estaba enamorada del hijo de Minato y enviarla con él era la mejor idea en ese momento.

En ese momento, la visión personal de Hiashi con respecto a Tsunade y Jiraiya había caído en picada. Los dos Sannin habían estado cerca de Minato y Kushina: Tsunade era la nieta de Mito y Kushina era su sobrina, convirtiéndola en su sobrina nieta, mientras que Minato era un antiguo alumno de Jiraiya. Ambos culparon a Naruto por la muerte de Minato y Kushina, cuando fue claramente culpa del Uchiha, dados los informes que había leído en esa fatídica noche. Ambos habían seguido el plan de Sarutobi para convertir a Naruto en el arma de Konoha, y cuando eso falló, optaron por expulsarlo de la aldea cuando quedó claro que, a pesar de las maquinaciones de Hiruzen para detener el crecimiento de Naruto, había fallado, incluso llegando a colocarlo en el Libro de Bingo con una orden de 'matar a la vista'.

En los cinco años transcurridos desde la desaparición de Hinata junto a Naruto, Hiashi no había escuchado una sola palabra sobre su hija mayor. Luego, se corrió la voz sobre los eventos que ocurrían en Occidente. Un lugar tan devastado por la guerra que ni siquiera los Sannin ni los Akatsuki estarían en su sano juicio para aventurarse allí, finalmente se unieron bajo el gobierno de un señor de la guerra y su esposa médico-ninja, que habían sido nombrados Emperador y Emperatriz Consorte.

Cuando las Casas Comerciales de Pekara comenzaron a surgir en varios lugares clave, las caravanas comenzaron a aparecer en Konoha, vendiendo sus productos. Una de esas sucursales estaba sobre la frontera en el Pais del Viento. Así fue como Hiashi descubrió a través de uno de los comerciantes, que trabajaba con la red de información del Imperio, que su hija todavía estaba viva, había huido al oeste y luchaba en lo que se conocería como las Guerras de Unificación junto a Naruto. Cuando el "comerciante" le dijo a Hiashi que Naruto ahora era su yerno, no se sorprendió en lo más mínimo.

Lo que lo sorprendió fue que el Imperio había estado vigilando a Konoha y varias otras aldeas del este. El Imperio también sabía de las tensiones que amenazaban con desbordarse en Konohagakure, razón por la cual el Emperador y la Emperatriz Consorte habían llegado a Hiashi. Si las cosas en Konoha empeoran hasta el punto de que Hyuuga e Ino-Shika-Cho no pudieran quedarse, entonces el Emperador y la Emperatriz Consorte les permitirán migrar al Imperio Occidental.

Pero había dos obstáculos en el camino de la cabeza del clan Hyuuga. El consejo de ancianos Hyuuga, que habían apoyado al consejo, y la propia Godaime. El mismo consejo que había obligado a su hermano gemelo a tomar su lugar en el Incidente de Kumo o de lo contrario su hijo sería asesinado. El mismo consejo que votó para marcar a Hinata con el Sello del pájaro enjaulado y personalmente se hizo cargo del entrenamiento de Hanabi, para hacerla una muñeca sin emociones.