RIKI •Joerick •Rikel

Dos

Erick.

Jamás llegué a imaginar que doliera tanto una ruptura.

Joel es la única persona que he amado y que me dijiera que ya no quería seguir con nuestra relación me dolio mucho más de lo que alguna vez pude haber imaginado.

Aunque debo admitir que jamás lo hice. ¿Como podría imaginar una vida sin Joel?

No me imagino a mi con nadie más, ni mucho menos a él.

Porque nuestro amor es correcto y verdadero, algo que no se puede romper.

Yo sé que Joel me ama tanto como yo lo amo a él, más que a nadie. A pesar de la decisión que tomó.

Pasé la noche entera llorando y pensando en la razón por la que tuvo para dañarnos.

La respuesta es fácil. Joel me habia reclamado varias veces sobre mis celos y la manera posesiva y controladora con la que lo trataba.

Yo sé que hacia mal, pero era inevitable con todas esas personas tras él. Joel era por lejos el chico más lindo de nuestra ciudad.

Entonces luego de reflexionar un momento y de darme cuenta que mis estúpidas actitudes solo causaban que Joel se alejara al punto de perderlo, tome una decisión.

Iba a cambiar mi actitud, confiaría en él. Joel me amaba, yo estaba seguro de ello. No habia razón para seguir comportandome como un niño.

La mañana siguiente en la escuela observé a Joel desde mi asiento. Quería que nuestras miradas se cruzaran pero era demasiado complicado si él me esquivaba completamente.

La hora del almuerzo no fue diferente, Joel lucía tan tranquilo como si nada en su interior se estuviera muriendo como me ocurría a mí.

En las siguientes clases y en la salida Joel me ignoró por completo.

Entonces mi débil corazón lloró desoladamente, mientras mi tonto cerebro se hizo la idea de que él estaba dejando de amarme.

Lloré mucho esa noche, ni siquiera logré dormir planeando formas para recuperar a mi chico y recorde algo.

Joel también era celoso, no tanto como yo porque él prefería ocultar sus celos.

Se molestaba mucho si alguien me tocaba o coqueteaban como había pasado por la mañana.

El único momento en el que el rizado me había prestado atención fue cuando Andrés acaricio una de mis manos aprovechando que le prestaba un lápiz.

Noté la incómoda mirada de Joel sobre nosotros y su puchero enojado se mantuvo varios minutos después.

¡Eso era! Iba a darle celos.

Un día después de que terminaramos llegué temprano a la escuela y me escondí detrás de una pila de casilleros esperando ver a Joel entrar, cuando lo vi corrí hasta llegar cerca de nuestro salón donde encontré a Andrés acomodando sus libros en su casillero.

Sabiendo que Joel pasaría por ahí coquetee con el muchacho y a los pocos segundos ya estábamos besandonos.

Después de algunos minutos continuando con ese asqueroso beso me separé de Andrés, le dije que habia sido un error.

Entré a nuestro salón y Joel no llegó, ni ese día ni el siguiente.

La angustia me estaba matando por no poder llamarlo, hasta que tres dias después de que terminaramos él volvió.

Su semblante se mantuvo serio todas las clases pero cuando el timbre sonó anunciando la salida podria jugar que sonrió y salió casi corriendo.

Corrí tras él con la intención de hablarle. Cuanto lo habia extrañado.

Extrañamente Joel corría calle abajo.

Y las siguientes semanas fueron peores. Joel me ignoraba completamente, no hablaba con nadie, parecia ido en su propio mundo, yo incluso en contra de mi dignidad le mandé varios mensajes que ni siquiera leyó.

Yo lo notaba aveces observandome cuando me besaba con distintos chicos y al contrario de lo que creí él no me pidió que volvieramos, simplemente se alejó mucho más.

En cuanto terminaban las clases Joel siempre corría calle abajo y yo quería saber a donde iba asi que lo seguí.

Entró a una pequeña heladería, yo espere un poco afuera dudando si era correcto espiarlo. Minutos después estaba cruzando la puerta porque mi curiosidad había ganado.

Tan solo un mes después de que terminaramos nuestra relación, Joel me habia olvidado.

Esa tarde poco soleada y muy triste, vi a Joel besando a otro chico.