«Y es cuando otras personas se involucran en su destino, que se dan cuenta que los problemas que habían atravesado a sus dieciocho años no se comparaban a los de diecinueve, y que proteger su corazón resulta más difícil que intentar salvar al mundo...
Ambos se detuvieron cerca a la cabaña que había sido de sus ex entrenadores. Felix se dignó a mirar los ojos de Changbin y entonces suspiró, relajó sus manos para empezar a hablar sin temblar.
— Lo siento. — dijo sin más — Lo siento por haberte dejado de hablar sin explicaciones.
— ¿Pasó algo? — preguntó más preocupado que molesto el mayor.
— Yo sólo pensaba. — respondió, y al ver la cara de confusión del mayor, añadió — Y llegué a la conclusión de que nuestro amor es más grande que las dificultades.
— ¿Qué quiere decir con eso?
Felix tomó las manos de su novio y sonrió. Ambos se miraron directamente a los ojos y sintiendo sus manos juntas tibias, el menor contestó a la pregunta formulada.
— Quiero decir que te amo, Changbin. — él sonrió también — A pesar de ser consciente de que tenemos un futuro incierto . . . Mantengamos esto vivo.
Ni siquiera dio tiempo al contrario de hablar, puesto que estampó sus labios con los ajenos, creando un beso algo necesitado. Las manos del mayor viajaron hasta la cintura del más alto para acercarlo, mientras tanto, Felix colocó ambas manos en la nuca del mayor para hacer más profundo el contacto. Debían aprovechar el tiempo que les quedaba juntos.
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Seungmin abrió los ojos aturdido. La luz solar se colaba por entre las cortinas de su ventana. Se encontraba en su habitación, pero no recordaba cómo había llegado ahí. Se sentó, tocando su nuca adolorida, se había dado un gran golpe que no aparecía en su memoria. De pronto, como pequeñas imágenes nítidas aparecieron en su mente, las palabras "huérfano" y "Jeongin" se relacionaban, pero no lograba encontrar la respuesta a sus dudas. Giró su cabeza y se encontró con un Jungkook sentado a lado y observandolo con detalle.
— ¿Qué diablos te pasa? — interrogó, notablemente molesto. Su forma de expresarse había cambiado, comparado con el año anterior. — No debiste dejarme caer así.
— Mis reflejos son lentos. — contestó, sin algún rastro de arrepentimiento en su voz.
— Es que ni siquiera debiste, desde un principio, lanzarme un hechizo. — se quejó con el ceño fruncido; salió de la cama con la intención de escapar de su habitación, pero la puerta estaba con seguro. — ¿Qué es esto? — cuestionó fastidiado.
— ¿No te gustaría probar tu nuevo poder? — interrogó el mayor levantándose — ¿Por qué no intentas tele-transportarte?
Seungmin se acercó a él con pasos firmes y una mirada exigente.
— Primero explícame por qué dijiste que Jeongin es huérfano. — murmuró, estando lo suficientemente cerca para que lo escuche; el más alto se mostró sorprendido.
— ¿Lo recuerdas?
— Por supuesto, sólo me hiciste dormir, no me borraste la memoria. — indicó con un tono de voz demandante.
