«Y es cuando otras personas se involucran en su destino, que se dan cuenta que los problemas que habían atravesado a sus dieciocho años no se comparaban a los de diecinueve, y que proteger su corazón resulta más difícil que intentar salvar al mundo...
Soltó un suspiro en cuanto observó el paisaje que le brindaba el enorme agujero en la pared frente a él. Cuando escuchó a alguien abrir la puerta, secó sus mejillas con rapidez y espero a que aquella persona, que él podía apostar a saber quien era, se parara a su lado. Y así pasó, Kim lo miró con una pequeña sonrisa, con la intención de hacerlo sonreír o bajar la tensión.
— Channie. — lo llamó dulcemente. — ¿Estás mejor?
— De todas formas, debo estar mejor siempre. — habló tranquilo. — ¿Me perdonarias si estoy mal un poco más de tiempo?
— Nop. — soltó tiernamente; se acercó para abrazarlo, pero el mayor se hizo a un lado. — ¿Qué pasa? — interrogó desconcertado.
— ¿Te gusta Felix? — le preguntó de repente, para sorpresa del menor.
— ¿Qué tipo de pregunta es esa? — dijo divertido.
Chan también estaba confundido. Su cabeza en realidad era un desastre.
— Responde. — demandó serio.
Woojin soltó una pequeña risita.
— Me gustas tú, Bang Chan. — aclaró sin temor. — Siempre has sido tú.
El mayor no pudo evitar sonreír e ir directamente a abrazarlo. Lo abrazó con toda la fuerza que pudo aún manteniendo su sonrisa intacta.
— Lo quiero intentar. — confesó. — Quiero enamorarme de ti, Woojin.
El más alto sonrió aún más, por supuesto que aceptaba, ni siquiera debía pensarlo con detenimiento. Lograría entrar al corazón de la persona que amaba, eso estaba decidido.
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Minho entró a aquella habitación que no era suya con un poco de temor de estropear las cosas, puesto que cada vez que hablaba lo hacía, pero esa vez no quería utilizar las palabras incorrectas con su sensible amigo. El menor lo necesitaba en serio.
El menor se incorporó en su cama, y observó a su amigo mayor sentado al lado de sus piernas. Su rostro lleno de preocupación lo conmovió.
— Sé que te dije que terminaría con Hyunjin porque soy consciente de que no . . . De que no me ama como yo a él, pero — se interrumpió — Ay, no puedo, no quiero ver como Seungmin nuevamente obtiene todo lo que yo deseo.
— ¿Nuevamente? — cuestionó con su cabeza de lado. — Tal vez, Seungmin siempre lo tuvo. — ver a su amigo volver a estar a punto de llorar le hizo darse cuenta que nuevamente había metido la pata.
— Tienes razón. — murmuró con tristeza. — Hyunjin aún lo ama, Minho. — comenzó a llorar — Ambos se enamoraron teniendo tan sólo cinco meses, y yo que he estado con él más de un año, aún no lo logro. — el mayor lo abrazó, sintiendo su dolor como si fuera el suyo propio.
