14. Fotografías

5.1K 502 552
                                    

Ver a Robin absorbiendo espaguetis mientras se manchaba la cara de tomate era lo más adorable que había visto nunca

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ver a Robin absorbiendo espaguetis mientras se manchaba la cara de tomate era lo más adorable que había visto nunca.

—Tienes un poco de tomate por toda la cara— le dije aguantándome la risa.

—¿Uh?

Tragó la comida que tenía en la boca y cogió una servilleta para limpiarse.

—Los espaguetis se crearon únicamente para mancharse— respondió ella con una pequeña sonrisa.

—Claro...— dije yo con una sonrisa burlona.

Ella iba a decir algo, pero el sonido del timbre la interrumpió. Yo la miré desconcertada.

—Que extraño. Mis padres están con mi hermana en el parque de atracciones y Mike está en casa de Lucas.

—Tal vez es alguien de correos— me dijo Robin.

El sonido del timbre volvió a sonar una y otra vez. Tuve que levantarme e ir a abrir.

—Ahora vuelvo— sonreí besando su mejilla.

Me acerqué a la puerta y abrí con cuidado. En ese momento el corazón me dejó de latir por unos segundos y la respiración se me cortó.

Era Jonathan.

Nancy— él me dedicó una gran sonrisa.

No había cambiado mucho, tenía el pelo un poco más corto, y parecía estar más musculado. Al pronunciar mi nombre me abrazó con fuerzas.

No sabía que sentir en ese momento, pero una de las cosas que sentía era miedo.

—Jonathan ¿Qué haces aquí?— pregunté sorprendida.

—Pensaba que te alegrarías de verme— sonrió él—Es una sorpresa, siento no haberte podido llamar. He estado muy ocupado.

—Claro que me alegro de verte. Es que no me lo esperaba.

—Estás guapísima, Nancy.

La imagen de Robin no dejaba de aparecer en mi cabeza. Había echado mucho de menos a Jonathan, le quería, por supuesto que le quería, pero ya no me veía capaz de tener una relación con él, Robin había ocupado ese lugar.

—¿Estás bien?— me preguntó él con cierta preocupación.

Él se acercó a mí para acariciarme la mejilla. Yo me aparté un poco.

—He de decirte algo.

—Claro.

Sus ojos de felicidad parecieron decaer, parecía saber lo que le iba a decir. Él hizo ademán de querer entrar, pero le bloqueé la entrada.

—¿Podemos hablarlo fuera? Mis padres están dentro y no quiero molestarlos— mentí.

Él asintió, ambos salimos de casa y nos sentamos en el porche. Jonathan me miró con cierta preocupación.

Eclipse azulado | RonanceWhere stories live. Discover now