Cuentos Sexxxuales |BTS| {One Shots}

Mientras te tocas |×××|

 [Respira parte 2]

Maldita sea todo. Quería romper algo, estrellar la maldita lámpara contra la pared.

Todo había sido un jodido sueño.

Todo había sido producto de mi imaginación. Namjoon seguía sin ser mío. Namjoon nunca sería mío, en realidad.

—¿___?

Volteé a ver a Jimin quien me miraba preocupado, seguramente notando mi cara de confusión y perplejidad.

—Sí, ahora voy. —Dije acomodando mi cabello.

—Bueno. —Me miró, no muy convencido. Le sonreí para tranquilizarlo.— Hice hotcakes.

—Gracias Jiminie.

—Apúrate —respondió sonriendo con la naturalidad de un bebé, para después irse de ahí.

No sabía que pensar, estaba decepcionada, y profundamente dolida. Me sentía como en un reality show donde todo había sido una broma pesada y ahora los televidentes se reían de mí. Y realmente mi subconsciente era quien se estaba riendo de mí. ¿En qué universo paralelo iba a gustarle a Namjoon? Después de que me haya dejado muy claro sus sentimientos nulos hacía mí.

Abracé mis rodillas y escondí mi cara entre ellas, comenzando a derramar lágrimas de frustración. Había sido demasiado bueno para ser verdad, pero también me estaba dando cuenta de que esto ya se había convertido en un problema. Estaba obsesionada con él, todo en mi mundo decía 'Namjoon' con letras gigantes ¿Cómo había llegado a convertirme en esto?

Sentía que debía empezar a hacer a algo, a tratar de borrarlo de mi mente y mi corazón. Pero era realmente difícil, estaba marcada por él, y lo peor del caso es que no había un motivo. No era mi novio, ni mi ex, ni mi amigo. Solo era el amigo de mi hermano.

Fui hacia la cocina donde estaba Jimin, no sin antes haberme lavado la cara para eliminar las secuelas de mis dramáticas lágrimas.

—Tardaste. —Hablo Jimin ya yendo por la mitad de sus hotcakes.

—Estaba revisando mis mensajes.

—Pensé que no tenías vida social. —se rio de mí.

—Y no la tengo. —Me senté en la pequeña barra de la cocina, tomando el plato con mi desayuno y poniéndolo frente a mí. Se veía rico.

—Me di cuenta, ayer que fingiste estar dormida con tal de no ir con nosotros a la fiesta.

No me había hecho la dormida. Me había quedado dormida realmente, soñando tonterías sexuales.

—¿Te divertiste? —Evité mirarlo, porque por alguna razón mi cara se estaba poniendo caliente y sabía que mis mejillas estarían rojas.

—Estuvo bien. —Se encoje de hombros sin darle importancia.

Continuamos comiendo nuestro desayuno en completo silencio, sin tener nada que decir. Yo comía lento, pero Jimin ya había devorado su plato en poco tiempo. Lo raro es que él seguía ahí, mirándome como si quisiera decir algo, pero no lo hacía. Lo volteé a ver fijamente, esperando que hablara. Él sacudió su cabeza, estaba pensándolo demasiado y automáticamente me preocupé. Qué tendría su mente tan ocupada.

Pasaron un par de minutos antes de que hablara al fin, tomándome por sorpresa.

— ___ voy a salir de la ciudad hoy, no quiero que te quedes sola aquí ¿No puedes ir a dormir con una amiga o algo? Me pone nervioso la situación. —Soltó sin más.

—¿A dónde vas? —Pregunté intrigada, no eran vacaciones ni fin de semana largo.— ¿Y por qué me lo dices hasta ahora?

—Es para un proyecto de la universidad. Debemos ir a una comunidad a hacer un estudio socioeconómico. Te lo digo hasta ahora porque me acabo de enterar yo también. —Suspira— Realmente es algo que me tiene muy estresado. No sólo el proyecto sino tú. Nunca has estado sola y...