Dulces sueños (PAW Patrol fanfic)

Una cucharada de preocupación

Saludos a todos, tras una breve ausencia, estamos aqui nuevamente para retomar todas estas historias que han permanecido estaticas por un tiempo. Aprovechando para agradecer a todos ustedes mis fieles lectores quienes me han dado sus palabras de aliento y sus opiniones a lo largo de este tiempo y han tenido la paciencia para esperar por mis obras, prometo ponerme la corriente con las pendientes y preparar nuevos proyectos que espero les gusten.

Seguimos con este viaje que aun no termina, abrochen sus cinturones y continuamos!!!!

Capítulo 3: Una cucharada de preocupación

Pasaron un par de días, y la situación con los cachorros no mejoraba. Sus comportamientos se estaban tornando bastantes extraños, algo que era demasiado evidente, incluso para los demás habitantes de la ciudad, y tras la advertencia de la alcaldesa Goodway, Ryder decidió reunir a sus amigos para buscar una solución a esa problemática. Durante el desayuno, lo demás discutían entre ellos acerca de la constante sensación de mareo que todos sentían, algo que había disparado la venta de aspirinas en la tienda del señor Porter. El joven rescatista aprovechó un momento de calma para compartir su preocupación. Se levantó un momento de la mesa, tomó su vaso de jugo y con una cuchara le dio unos leves pero sonoros golpecitos para atraer la atención de todos. Una vez que sus amigos guardaron silencio, comenzó a hablar.

-Amigos, hay algo que quisiera discutir con todos ustedes: no han notado que algo raro está ocurriendo con los cachorros? –dijo Ryder. En ese momento sus amigos comenzaron a intercambiar miradas de asombro y consternación, meditando por un segundo lo externado por el chico, quien aprovecho ese instante para continuar su relato.

-Por ejemplo, hace un par de días llevé a Chase al dentista para su revisión semestral, pero no quiso entrar, estaba muy aterrado y prefirió salir huyendo. Casi lo atropella un auto e incluso he visto que se ha rehusado a participar en algunos de los rescates, no entiendo que le sucede.

Ante esa respuesta, Jake aclaró su garganta y aunque titubeante, también decidió hablar.

-Amigo, pensé que yo era el único que había notado algo así. Everest también ha estado muy extraña, no ha salido de su casa y no ha querido hablar conmigo, ni siquiera sé si sale de ahí. La verdad no pensé que fuera algo grave, pero ahora que dices eso, realmente me preocupa.

-Yo he visto que Tracker también se comporta muy diferente: la última vez que lo vi estaba afuera de su casa, contemplando el sol con su mirada perdida en el horizonte. Cuando empieza a atardecer, se pone muy nervioso, y carga una lámpara todo el tiempo, no la suelta para nada. En el momento en que oscurece se encierra en su casita, creo que tiene otras dos lámparas ahí dentro, temo que se quede ciego con tanta luz –dijo Carlos, dando un sorbo a su jugo.

-Ahora que lo dices, a mí me paso algo raro con Skye –dijo Ace-. Quise llevarla a dar un paseo en "Amelia", pero antes de que despegáramos vio un águila y enloqueció, no se soltaba de mi pierna, incluso me clavó sus garras por la desesperación. Lloró desconsoladamente y no paró hasta que el águila se fue. Ya no quiso salir, así que mejor pasamos un tiempo en la cabaña de Jake y la abrace hasta que dejo de llorar. Sé que no le gustan las águilas, pero jamás la había visto así de aterrada, incluso me asuste al verla en semejante condición, no es normal en ella.

-Conmigo también fue extraño, Rocky se puso histérico cuando le quise dar su baño, digo, siempre se niega a bañarse, pero esta última vez estaba totalmente aterrado, balbuceaba algo de que el agua era peligrosa y nos iba a matar a todos. Apenas lo tocó una gota, gritó como poseído y huyó despavorido hacia el cuartel. Y con Zuma fue algo similar: cuando entró a mi estética estaba totalmente callado, le pregunte si no le pasaba nada, negando con la cabeza. Luego le dije que lo revisaría para verificar que no estuviera enfermo, y cuando iba a tocarlo, gritó y salió llorando en dirección a la torre, no entiendo que les pasó –dijo Katie preocupada.