CONDENADAS A ESTAR JUNTAS

12 - I love playing with fire

•Piper•

Y de buenas a primeras me encuentro bebiendo un hondo trago a mi tercera cerveza.
Me negué tanto a venir que sigo escuchando negaciones en mi cabeza que retumba al sonido casi estridente de alguna canción que no conozco.
Es mi primer fiesta aquí, a decir verdad, es mi primer fiesta en mucho tiempo.
Supuestamente pretendo distraerme, pero desde aquella noche en que Alex estaba esperándome en el porche de mi casa, sonrió y me molesto con ella varias veces al día sin siquiera hablarle.
No puedo mentir, la extraño, pero me ha estado dando mi espacio como yo le pedí.
Estoy sentada en la barra de la cocina en mitad de una ruidosa fiesta, solamente viendo girar mi botella sobre el portavasos, suspiro con fastidio y miro suplicante a mi mejor amiga que fue prácticamente quién me ha obligado a venir.

*Polly: -No puedes quejarte Chapman, hay buen ambiente...- me dice inclinándose en mi oído para que pueda escucharla debido a la música.
Tomo un trago más de mi botella y la miro aún con poco entusiasmo.

*Piper: -Aún así preferiría estar tirada en la cama en pijama, leyendo algún libro o viendo Netflix...- bufo ante su negativa con cara de repulsión.

Hay solo un motivo por el que Polly quiere estar aquí. Larry Bloom.
Después de que lo rechacé cientos de veces cordialmente, por fin ha decidido lanzarse a pescar otro pez, en este caso a mi mejor amiga. Y eso a ella la tiene emocionada.
Todos nuestros conocidos del hospital están aquí, y por un momento pienso que es agradable verlos a todos sin uniformes ni batas blancas, en un ambiente más relajado y personal, hasta que choco con una mirada que me hace tensarme. ¿En serio tiene que estar en todas partes?
Sonríe e inclina su botella en mi dirección con una sonrisa burlona. Entrecierro los ojos como signo de molestia y me giro sobre el banquillo en el que estoy sentada. Y sorpresivamente Polly ya no está a mi lado.
Pasan a penas unos segundos y de pronto mi cuerpo se tensa por completo.

*Alex: -¿No te han dicho que es descortés no corresponder cuando te saludan?- me dice cerca de mi oído haciendo que me quede completamente quieta, pasmada por su aroma y su aliento que chocan en mí como una descarga eléctrica.

*Piper: -Ni siquiera sé porque insiste en saludarme doctora Vause...- le digo fingiendo indiferencia sin voltear a verla.

*Alex: -¿Continuas con esta estupidez de llamarme de usted?- está exasperada o eso siento, y lo compruebo cuando volteo a verla y me sostiene la mirada fría y penetrante.

*Piper: -Usted es mi jefa, así debo dirigirme a mis superiores, ¿no?- me acerco a ella entendiendo que toda la conversación deberemos hablarnos al oído por la música.

*Alex: -Joder contigo...- bufa y destapa otra cerveza para dar un trago bastante profundo mientras que yo no puedo ni parpadear.

*Piper: -Bueno, si no le importa, iré a buscar a Polly...- me le acerco pretendiendo que sea la última vez, hago el amago de levantarme y ella me detiene posando una mano en mi muslo, se aferra a mí.
Bajo la mirada y observo absorta la manera en que sus dedos se aferran de mis jeans pero puedo sentirla directamente en mi piel, una manera tan salvaje y tan... ¿caliente? Paso saliva y vuelvo mi mirada a sus ojos.

*Alex: -No te vayas...- suspira. -Lamento incomodarte...- baja su mirada hasta su botella de cerveza haciéndola girar en sus dedos inquietos que la sostienen.

*Piper: -Suéltame Alex...- le digo dudando si realmente eso es lo que quiero.

*Alex: -¡Vaya!- dice con emoción. -Al menos he conseguido que me tutees...- sonríe. Su sonrisa es hermosa y brillante. Sus perfectos dientes blancos parecen aún más relucientes que las perlas pulidas de algún collar caro.
Me le quedo mirando unos instantes y ella lo nota, puesto que se me acerca más.