vingt-deux

3.5K 467 66
                                    

Había sido como un botón  de apagado a todos aquellos malos sentimientos su voz, tan suave y cálida que el invierno en su corazón parecía derretirse, las lágrimas parecieron pensarlo mejor y decidieron no salir de viaje por esa vez por lo que no l...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Había sido como un botón  de apagado a todos aquellos malos sentimientos su voz, tan suave y cálida que el invierno en su corazón parecía derretirse, las lágrimas parecieron pensarlo mejor y decidieron no salir de viaje por esa vez por lo que no lloró.

El pelimiel tenía ese poder, con tan solo susurrar unas palabras sin entendimiento para ella y que la abrazase la llevaba a verano, un cálido lugar que Sierim había estado anhelando durante todo ese mes que su sufrimiento había perdurado.

Aspiró levemente el pelo del mayor que chocaba con su mejilla al este estar semi curvado por estar acomodado en su cuello, olía a vainilla, el siempre olía igual sin embargo Sierim parecía nunca aburrirse de aquella particularidad tierna del chico abrazándola.

Cuando era pequeña recuerde haberle comentado que el olor que más le gustaba era el de su cabello y él le prometio que siempre olería así para que ella disfrutase estar a su lado.Lo cumplió.

—Jeno —susurró no buscando llamarle la atención si no que fue un  impulso, su boca anhelaba con tanta fuerza volver a susurrar su nombre que había escapado como brisa entre las ventanas semi abiertas de su boca.

Aún así el otro contestó con un pequeño ronroneo, sin despegar su boca de su cuello haciendo que la pequeña lanzara una leve risa por las cosquillas, parecía que el mayor no tenía pensando soltarla en un largo tiempo.

Ella no se opuso y se dejó, levantando sus manos hasta el pelo contrario comenzando a acariciarlo, se sentía suave, era parecido a la textura de esas bufandas tan calidas que te hacían desear dormir lo que la hizo sonreír.Jeno era tan perfecto.

—Sierim, he estado tan triste, mi corazón quería llorar como un niño, un alma en pena durante un mes completo todo por no ver a mi pequeño solcito —había sido un oración completa de balbuceos entre medios y algunas palabras murmuradas que Sierim no había escuchado tan bien, pero su corazón dió un vuelco de ternura y dolor, su Jeno también  había sentido su ausencia.

—Jen, levanta tu cabeza, no puedo escucharte si estás así — le comentó dulcemente aunque si le preguntarán en verdad ella no quería que se mueva, toda la noche podría quedarse así.

Pero el chico negó con su cabeza de un lado a otro aún en el cuello de la pequeña Na, actuaba como un niño pequeño.

Sierim alzó una ceja y lo llamó una vez más, a pesar de que le gustaba la posición sintió que Jeno actuaba algo extraño.

Y lo reafirmó cuando saltó en su lugar por las manos fuertemente apoyadas en su cintura y el beso húmedo que estaba sintiendo en su cuello, se sonrojó de la cabeza a los pies y sin poder evitarlo lanzó un suspiro cuando el otro se separó y la miró seriamente a los ojos.

—C'est un baiser de réunion, même si sur les lèvres ça aurait été mieux— cuando sintió su aliento chocar con sus mejillas supo que era lo que tenía raro a Jeno, el bello pelimiel de chaqueta negra y jeans de igual color ajustados estaba borracho.

<<Es un beso de reencuentro, aunque en los labios hubiese sido mejor>>

Je t'aime  |Lee Jeno Where stories live. Discover now