Capítulo 14

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Lunes, un comienzo de semana un poco diferente, lo raro de levantarme es el hecho de no revisar mi celular como acostumbro hacer y eso se debe a que no quiero ver los mensajes pendientes desde la noche del sábado cuando lo último que mande fue un "llegue bien a casa", " descansa" a Nathan y Liam ni siquiera le he contestado a mi amiga pelinegra, no tengo ganas de hacerlo le prometí algo, pero con toda la situación del fin de semana ya mi plan se desmorono.

Al apagar la última alarma que tengo puesta para no quedarme dormida me percato de nuevos mensajes trato de pasarlos desapercibidos solo alcanzo a leer sin querer que mis chicos o mejor dicho futuros ex chicos indirectamente me preguntan qué paso el sábado.

El comienzo de semana no se ve prospero lo único que falta sería un problema en el trabajo, para que hablo si mi suerte esta como en la película "Just my luck" claro que soy "Jake Hardin", resignada veo como la nueva jefa se pasea de aquí para allá dando órdenes, no tenía idea de que se había ido la anterior. 

Lo que me tiene con el humor de perros es que esta señora me trata como si fuera practicante, toda la mañana no ha hecho más que mandarme a fotocopiar y servir cafés, claro no soy la única que lo tiene de mandadero, lo malo es que nadie dice nada ,ni yo que estoy debatiendo en mi cabeza las cosas que le diría, siendo las 3 de la tarde todavía no he almorzado por culpa de sus constantes peticiones que tira y tira hacia mí, como termine de ordenar las carpetas del estante central tengo la idea de arrancarme a comer aunque sea una fruta. Me han dado algunos mareos a falta de comida y de verdad necesito ingerir algo, pero mi mala suerte sigue dirigiendo mi día y Berta, mi nueva jefa, me tira con delicadeza una pila  de papeles que supongo tengo que leer y decidir si vale la pena tirarlos a la basura o merecen estar en una carpeta. Llevo haciendo esto todo el día y aún quedan un par de horas para salir de este horrible lugar y no verle la cara de amargada a esta señora miro a mi alrededor y noto el estrés de mis compañeros, harta de la situación tomo una decisión osada, sin embargo, justificada.

Agarro el celular y me camino hacia al ascensor, apretó el botón que marca el último piso y me digno a revisar los mensajes de Nathan y Liam respondo lo justo y necesario para no dar falsas esperanzas y cumpliéndole a Cat, además de responder a ésta su mensaje de "acuérdate de lo que hablamos" una amenaza sutil y directa, le contesto que mantengo la cabeza fría y siguiendo sus órdenes, pese a no confesar lo del día familiar.

Llego a mi destino salgo y sonrío a la misma secretaria que me recibió la semana pasada espero que obtenga resultados si no será la peor semana que viviré.

-Hola... buenas tardes me gustaría saber si podría hablar con el señor Geoffroy- me responde el saludo y continuo antes que me diga que necesito una cita- habría alguna posibilidad de verlo ahora... por favor- sonríe amablemente y marca en el teléfono, cuando contestan dice- La señorita Sofía Sullivan del piso de  edición solicita verlo- me mira dudosa y dice-ahora, si es posible- termina de hablar espera unos segundos y agrega- Claro, puedes pasar-

-Gracias- la miro un poco desconcertada, no pensé que lo lograría, creo que la suerte está regresando a mí, no digo nada más y entro al despacho del jefe.

Antes de poder decir palabra Geoffroy se adelanta.

-Buenas tardes Sofía, dime que te trae por acá- esta recargado en su escritorio y de cierta forma me intimida, me acerco con paso firme, pensando en cómo le explico mi situación.

-Buenas tardes, no sé como empezar- sonrió ante mis nervios- tengo unas preguntas sobre mis obligaciones y me gustaría que usted me sacara de dudas- empezar por ahí es buena idea, creo.

-Sofía que dijimos de tutearnos- por mucho que me gusté su simpatía, no vine para entablar una conversación de tratos informales, claro que no respondo eso.

Mis chicosOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz