Capítulo 20

63 8 5
                                    


Ordeno mis cosas en las maletas de mis padres, ya que las mías son más pequeñas y no abarca lo necesario, de esta forma no hago tantos viajes a mi departamento con las pertenencias que me quedan aquí.

Organizo mis cosas mientras tanto, dado que Valentina no está en casa y no se cuando llegara, mis padres preparan el almuerzo en el cual he sido invitada como si ya no perteneciera aquí.

En unos grandes organizadores coloco todo lo que no es catalogado como ropa, en esa categoría entran recuerdos, adornos y basura que no quiero eliminar, además de una caja para cosas que desechar. Le preguntare a mi hermana si quiere quedarse con algo a pesar de su enojo injustificado hacia mí.

Quizás esta cabreada por mi repentino alejamiento desde que empecé a salir con mis chicos, me doy cuenta que hace meses no hablamos como antes no es como que éramos las mejores amigas, pero al menos ella me contaba ciertas cosas, ahora solo nos saludamos y nos despedimos.

Lo mismo paso con mis amistades ya no salgo en lo absoluto con ellos si es que he tenido alguna salidita pequeña por ahí, pero no de fiestas como antes entre el trabajo y fines de semana destinados para mis chicos no había tiempo para aceptar salidas, después de un tiempo se aburrieron de invitarme. Las pocas salidas esporádicas que he tenido solo han sido por pura suerte del destino.

-Sofía, ya no vales como hermana ni como amiga- digo en voz alta.

Escucho el grito de mi mamá avisándome que la comida esta lista, bajo corriendo las escaleras como cuando era pequeña.

-Huele bien- es lo que digo entrando a la cocina.

-Nuestra comida siempre huele bien- presume mamá.

- ¿Nuestra? – pregunto a papá, este solo se encoje de hombros, haciendo un amago de silencio con la mano.

-Ayude- responde mamá.

-Tengo hambre, como haya quedado la comeré igual- me encojo de hombros ayudando a llevar los platos a la mesa.

-Eso dolió- dice mamá secándose falsas lágrimas, me hago la inocente y me siento a comer.

-Querida yo te puedo decir que gracias a tu ayuda quedo mas que exquisita- alardea mi padre desde la cocina, yo solo río por sus ocurrencias.

Antes de probar la sopa extraña que cocinaron escucho la puerta, segundos después entra Valentina con bolsas de compra en las manos y acompañada de su mejor amigo, Alex. Mi hermana saluda a mis padres y me ignora totalmente.

-Justo a tiempo- dice papá- las manos y a sentarte, para los dos.

Asiente con la cabeza a papá y camina a la cocina junto a Alex, este me saluda y la sigue. Luego de un rato se sienta frente a mí, mientras su mejor amigo alardea la comida de mis padres miro a mi hermana esperando su saludo, como veo que este no llega lo hago yo.

-Hola, hermana- no sé si mis padres sienten que hay una tensión entre nosotras dos porque no me han dicho nada hasta el momento.

-Hola- responde sin hacer contacto visual conmigo, no presiono más las cosas y espero al momento correcto para enfrentarlas, por lo que disfruto de la primera cucharada de la sopa y esta deliciosa.

-Porque la comida, no importando de que sea, ¿te queda así de exquisita? - pregunto a papá

-Solo hay una respuesta para eso, porque soy excelente chef-dice modestamente y mamá rueda los ojos riendo.

Río mientras disfruto de la comida y la amena conversación que hay en la mesa.

Al terminar lavo los platos y Vale los seca en silencio y sigue sin dirigirme la palabra, así que lo hago yo.

Mis chicosWhere stories live. Discover now