Alba seguía a Natalia y cuando abrió la puerta de su piso se quedó flipando. Nada más entrar a la derecha había una cocina preciosa y muy moderna y a la derecha un sofá bastante grande con frente a un televisor bastante grande y al fondo dos pasillos que deberian ser habitaciones.
-Vives tu sola? -preguntó Alba contando todas las habitaciones que tenían esos pasillos. 5 habitaciones sin contar la cocina y el salón que era tipo loft.
-Si, vivo yo sola... -dijo algo avergonzada Natalia, no quería que pensara que era una puta pija rica, bueno... era verdad su familia tenía mucho dinero pero no era pija.
-Y porque te da verguenza? -dijo Alba notando como se le enrrojecian las mejillas a la morena.
-N...no me da vergüenza -mintió Natalia.
-Y esto? -dijo Alba posando su mano en la mejilla de Natalia y sintiendo el calor que está desprendía.
Natalia suspiro y se encogió de hombros.
-Mi familia siempre ha tenido mucho dinero, pero nunca me ha gustado eso de la ropa cara, las joyas caras... etcétera. -dijo Natalia mirando al suelo. -Este piso me lo compraron ellos porque decían que no podia vivir en una casa de pobres... siempre he estado en contra de esos valores de mierda pero piensan que comprándome ropa de marca y mierdas pueden cambiar mi opinión.
Alba no pudo frenar sus ganas de darla un abrazo y antes de que se pudiera dar cuenta, ya estaba entre los fuertes brazos de la morena. Un fuego prendió todo su cuerpo y sintió una sensación de tranquilidad inigualable. Por otro lado Natalia estaba tan agusto con ella entre los brazos que se olvidó completamente de la comida que iban a hacer.
-Bueno, deberíamos hacer la comida -recordó Natalia a los 5 minutos.
-Si, oye... soy vegetariana -dijo con algo de vergüenza ya que no quería molestar. -Pero vamos que si me tengo que comer lo que sea me lo como eh...no quiero complicarte...
-No no, ningún problema. Haremos unos espaguettis vale? -dijo sonriendo Natalia.
-Vale, gracias -dijo Alba acercándose a la cocina.
Se lo pasaron genial cocinando y haciendo tonterías.
-Tu crees que ya están? -dijo Natalia.
-No, todavía no. -afirmo Alba con seguridad.
-Como lo sabes? -preguntó la morena.
-Mira, luego te lo limpio. -Alba cogió uno de los espaguettis y lo lanzó contra los azulejos, este se cayó.
-Se llama fuerza de gravedad -se burló Natalia.
-No tonta, haré lo mismo dentro de 5 minutos. -dijo.
A los 5 minutos Natalia le presionó.
-Hazlo otra vez -rió.
Alba cogió un espaguetti y lo volvió a tirar contra el azulejo con la diferencia de que ahora se quedó pegado.
-Donde está tu fuerza de gravedad morena? -la vaciló Alba tras ver que su truco había funcionado.
-P...pero? -Natalia no entendía nada. -Venga vamos a comer -dijo para salir de aquel apuro.
Puso la mesa y sirvió la comida.
-Gracias -dijo Alba al recibir el plato de Natalia.
-Me encanta que seas tan educada, peto estamos en confianza, tranquila. -dijo guiñándole un ojo. Alba pensó en lo sexy que le quedaba ese gesto.
Comieron genial y cuando terminaron siguieron discutiendo sobre la serie.
-Joder que cabezota eres eh? -le dijo de forma amistosa Natalia a Alba.
-Lo seras tú -dijo riéndose.
-Hagamos algo, nos vamos a ver las dos series juntas. Y después decidimos. -propuso Natalia con una sonrisa irresistible.
-Eso es una excusa para tener atrapada en tu casa? -pregunto Alba algo lanzada.
-Si, jajaja como lo sabes? -bromeó Natalia sacando la lengua. -Aceptas o no?
-Venga vale, si insistes... -dijo Alba, aunque realmente se moría por pasar tiempo con Natalia. Se sentia tan agusto con ella, entre sus brazos. Disfrutaba mucho de su compañía.
Natalia se recostó sobre el sofá y Alba se sentó a un lado bastante cortada.
-Vas a ver la serie ahí? -preguntó.
-S...si porque? -dijo la rubia.
-Ven anda. -dijo tirándo de su brazo y poniéndosela encima. Alba se dejó hacer y disfrutó de las caricias de Natalia sobre su cabello.
Cuando se quiso dar cuenta se habia quedado dormida, estaba rodeada por los brazos de la morena que también descansaba y solo podía pensar en que bien se sentía estar así. Se levantó y se dió cuenta de que eran las 6, tendría que ir a casa ya que su madre estaría preocupada, pero no quiso dejar a Natalia ahí sin decirla nada, así que cogió un boli, un trozo de papel y le escribió antes de marcharse.
Me he tenido que ir, me lo he pasado genial Nat. Cuando puedas me das un toque y quedamos! Chao.
La morena no pudo evitar sonreír ante ese apodo que le habia puesto la rubia que le habia alegrado el día. Se dió cuenta de que se habia enamorado de aquella pequeña rubia.

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Opuestas / Albalia
FanfictionAlba y Natalia se conocen por el destino, habrá buenos momentos y obstáculos. Podrán superarlos?