23: Con las ganas

7.5K 516 127
                                    


.

.

Natalia P.o.V

.

.

.

...Joder, entonces ha sido una recuperación súper rápida, ¿no?

—Tres semanas y cuatro días, Ici. ¿A ti te parece rápido? Ha sido eterno...

Escuché sus carcajadas a través del móvil, esas tan características que dejaba entrever cuando se cachondeaba en mi cara. Me puse de morros. 

Natalia, hija... Cómo se nota que hace años que no te daba un desgarro serio... Para la gente normal la recuperación dura meses.

—Que ya lo sé, pero...—bufé con desgana, apoyando la espalda al lado de mi ventana. Observé el patio, que a estas horas de la noche solo se encontraba iluminado con algunas farolas— Mañana empiezan los exámenes finales, y con todo esto no he podido entrenar demasiado.

No será para tanto, anda... Tendrán en cuenta que no has podido hacer mucho, obviamente... y que eres una jodida superheroína—dijo orgullosa—.

—Gracias por los ánimos, súper Ici—escuchar su apodo de nuevo le hizo reír, haciéndome sonreír a su vez. Eché mi cabeza hacia atrás, dando con la pared— Te como el boquino.

Y yo a ti también, hermana—su risa comenzó a tornarse un poco traviesa, quedándose durante unos segundos en silencio—Aunque me sé de alguien a quien se lo comerías con muchas más ganas.

—¡ICI! ¿¡Pero qué coñ-

Me refiero al boquino, a la boca, claro.

—Es que yo no sé para qué te cuento nada, joder.

Lo otro supongo que también.

—Te cuelgo.

Vale, ya me callo—dijo con mucha parsimonia—Pero dime algo, merezco una actualización, que desde la última vez que te llamé no me has contado nada.

—Cabrona—me hizo gracia su petición con voz de niña pequeña, pero al instante volvió a mi mente el nudo de sentimientos que tenía respecto a eso. Me pasé la mano por el pelo, echándolo hacia atrás—...En esto sí que estoy jodida de verdad, tía...

Siempre me ha gustado ese talento que tienes para ser una dramas... Anda, cuéntale a la Ici porqué estás rayada.

—No es rayada, es lo que veo... —cerré la ventana para que no se escuchase nada. Aunque me muriese de calor, prefería eso a que alguien de repente escuchase que Alba me gustaba— Que está rara. Osea, está todo normal y eso... pero que de vez en cuando me rehuye, al menos me da esa sensación, no sé.

Pero si me acabas de decir que te ayudó los dos primeros días con la recuperación y que ha estado súper pendiente de ti.

—Ya, y es verdad, pero es que ella es así...—sentí los colores en mis mejillas. Joder—...Es-es un amor con todo el mundo... Lo que no es normal es que me abrace y a los dos segundos se aparte como un resorte.

Te has encoñado pero en plan muchísimo de esta chavala, ¿no?

—Ici, ¿puedes centrarte en lo que te estoy contando, por favor?

Si por eso te lo digo, marichocho. Vamos a ver, ¿no has pensado que quizá...?

—...¿Qué?—Dándome cuenta, me tapé mis ojos con la mano, suspirando—Hostia, hostia... Ya está, ya la he cagado, Ici... Que se ha dado cuenta de que la miro de otra forma y por eso...Joder...

Heroes Of Our Time // AlbaliaWhere stories live. Discover now