Rᴇᴘɪᴛɪᴇɴᴅᴏ ᴇʟ ᴘᴀᴛʀᴏ́ɴ | Kacchako |

~001~

Tarareaba completamente feliz y daba saltitos en dirección a su salón de clases, aquella energía siempre se mantenía, todos los días sin falta.

"¡Otra mañana en esta hermosa escuela, con este tan genial y unido grupo!", pensó y esbozó una linda sonrisa.

Abrió la puerta del salón de clases y entró, como siempre fue a su asiento y miró a su alrededor, al parecer todos hablan con los que normalmente se juntan (normal), miró a Deku... escribiendo como si su vida dependiera de ello, en su libreta, tan decidido, tan genial... un suspiro se escapó de sus labios y se recargó en la palma de su mano observandole.

— Hola Uraraka —El de ojos verdes levantó la mirada al percatarse de su presencia inmediatamente le saludó.

— Hola Deku —Sus mejillas se tornaron rojizas, de nuevo... no lo entendía, ella sólo admiraba a Deku, ¿porqué le provocaba esto?— ¿Qué escribes?.

— Nada importante —Se encogió de hombros e hizo a un lado su cuaderno, para poder prestarle completa atención y hablar de cosas triviales.

Durante la conversación, la castaña no se sentía como normalmente, una rara presión se hizo presente en el ambiente... un presentimiento, a tal punto que tuvo que, discretamente, echar un vistazo a su alrededor e intentar identificar que hacía que se sintiera así, no tuvo que esperar mucho, sus ojos chocaron con los de alguien que la observaba intensamente y al darse cuenta que fue descubierto se sobresaltó, se giró e hizo como si nada pasase, con sus puños tensos... ¿qué tenía Bakugou Katsuki para comportarse de esa manera?.

— ¿Uraraka?, ¿qué ocurre?, ¿algo te molesta? —La voz de Deku la sacó completamente de sus pensamientos.

— No, no, no, creo que me perdí, ¿de qué hablamos?.

— Sobre algunas mejoras que le hemos hecho a nuestros Quirks.

— Ah, sí, yo... —Antes de poder continuar se vió interrumpida cuando el profesor Aizawa entró y comenzó con su clase.

•••

Estaba completamente agotada y mareada, una prueba física más de esas y caería en ese mismo instante, después de cambiarse de su traje de héroe a su ropa de estudiante, salió de los vestidores, estás pruebas le ayudaban mucho a mejorar su Quirk, sin embargo se lo cobraban a los pocos segundos de terminar, Midoriya la interceptó en cuanto salió.

— Ey, Uraraka, Iida y Kaminari dicen que quieren entrenar un poco antes de ir a los dormitorios. Yo también iré, ¿te apuntas?.

Se lo pensó bastante, ¿poder ver a su preciado Deku en acción?, no quisiera perderselo, sin embargo su cuerpo le pedía urgentemente un baño y una ración de mochis.

— No, gracias Deku, yo iré a los dormitorios.

El pecoso asintió con energía, le dió la espalda y salió corriendo del salón, dejándola ahí, fue al salón de clases a por su mochila, era ya de las últimas que estaban en el edificio como estudiante; tomó su mochila y se dió media vuelta para poder salir del salón, pero, otra vez fue interceptada, por alguien... inesperado, debía agregar.

Viéndole parado frente a ella bloqueando la salida estaba Bakugou... permaneció en silencio un poco confundida por sus acciones, y al ver que no pronunciaba palabra iba a decirle si le daba permiso de salir, no obstante, antes de abrir su boca.

— ¡Maldición!, cara redonda, te ves jodidamente bien, ¿cómo le haces para estar así todos los malditos días? —Se mostró en cuanto a su expresión como siempre, tosca y con su ceño fruncido, pero sus palabras...

—¿Eeeehh?, no lo sé, yo sólo me levanto y... no es la gran cosa.

Hace mucho que no intercambiaba palabras con el rubio, las pocas veces que hablaban eran porque ella se acercaba a él para conocerle un poco mejor, nunca él a ella.

— ... —Se quedó en silencio por unos cuantos segundos, al parecer no tenía planeada esa conversación y sólo se arrojó con los ojos vendados a intentar hablar.

La chica tragó saliva y miró en dirección a la puerta.

— Bueno, debo ir a... hacer algo, así que...

— No quiero que te vayas, joder, quédate a mi lado un poco más —Sus palabras le confundieron aún más, ¿qué le está pasando?, ¿estará enfermo?.

— Jajaja, bien —Llena de nervios contestó sin pensar, intentando ocultar su confusión en amabilidad hacia el rubio, le dedicó una dulce sonrisa a lo que él chasqueo la lengua y miró a otro lado.

Justo cuando el chico explosivo iba a decir algo, un Kirishima salvaje apareció dándole un leve golpe en el hombro.

—¡Bakugou!, viejo, no creeras que pasó! —Kirishima no se había percatado de la presencia de Uraraka, puesto que esta de manera precavida se escabulló y salió del salón, encontrando una oportunidad en la repentina aparición de Kirishima— Mina me-

— ¡Me importa una mierda lo que te haya echo la extra ojos de mapache! —Le propinó una explosión en la cara, Kirishima había activado su Quirk ya como reflejo, acostumbrado al comportamiento agresivo de su compadre— ¡Si no lo has notado estás interrumpiendo una conversación!, ¡así que lárgate, ahora!.

El pelirrojo miró en todas direcciones, e inquiriendo con una ceja alzada se dirigió al explosiones locas Katsuki.

— Bro, ¿pero qué interrumpo si aquí no hay nadie?.

— ¡¿QUÉ?! —Giró violentamente la vista y rechinó los dientes— ... buscaré a alguien, luego hablamos pelos de mierda.

Y salió como alma que lleva el diablo, dejando al de dientes de tiburón extrañado y con su historia sin compartir, luego le preguntaría que le pasaba.