¿Una historia de amor puede repetirse?, claro que puede, no hay nada nuevo bajo el sol, sin embargo ciertos detalles pueden cambiar y hacer de esa historia única a las demás.
Repetir lo mismo que hicieron sus padres, vaya ironía considerando que a é...
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Tener a alguien tan tenaz como Bakugou tenía sus ventajas, siempre decidido a actuar sin titubear... era algo que admiraba de él, no obstante no envidiaba para nada su manera de tratar a los demás; siempre le divertía cuando lo veía hacer sus intentos de intentar hablar con una persona sin explotarle en la cara, pero ahora era por demás innecesario y deseaba que esa faceta no existiera.
—Inutil, te estoy diciendo la verdad, ya no tienes piernas pero existen las prótesis.
—¡Puntos menos!.
—¡AAAAGGGGHHHH!.
Podía entender un poco aquella actitud, no se había esforzado en reforzar mejor ese carácter explosivo suyo pues su objetivo no era salvar personas como Deku, su objetivo era ganar las batallas y para eso no necesitaba ser amable pero aún así era parte de ser un héroe.
—¿Se ve muy mal?.
—Terrible, corramos.
—¡Puntos menos!
Ella lograba hacer puntos por su amabilidad y preocupación, sólo para que el abriera la boca y los perdiera en un instante. La paciencia poco a poco iba bajando
—¡RAPIDO!, ¡ME DESANGRO!.
—¡NO ME DES ORDENES!, ¡NO SOY IDIOTA, PUEDO VER LO QUE ES OBVIO, CASI PARECE UN RÍO!.
—¡Puntos menos!.
—¡Sangre menos!.
De acuerdo, su paciencia había llegado a su límite sencillamente, ¿de qué le servía el buen desempeño del día anterior si serían los más bajos en esta?.
—Oh... eres tan guapo, tanto musculo... mi héroe~ —La mujer que Bakugou llevaba en brazos suspiró— ¿Tienes novia?.
Antes de darle la oportunidad de responder tapó su boca con su mano mientras corrían.
—Por ahora prefiere concentrarse en ser héroe y justo es lo que debe hacer, salvar a los demás —Contestó por él.
Dejaron a la mujer con los demás heridos y siguieron su carrera por el centro de simulación de desastres y accidentes, hacían la prueba de rescate y no hay necesidad de aclarar lo mal que habían empezado. Mientras corrían por la ciudad la castaña decidió dejarle a su compañero las cosas en claro antes de seguir, tomó su brazo y lo jaló a un callejón derrumbado para acorralarlo así contra la pared.
—Dejemos varias cosas en claro, Bakugou —Respiró hondo y se masajeó la cien— Tras ver nuestro desempeño los primeros cinco minutos creo que ya estamos en puntos rojos.
—Tsk.
—Por ahora está decidido, no hablarás y sólo ayudarás a apartar escombros y cargar heridos. Mientras lo haces no olvides observarme para que te des cuenta de cuál es la manera para ganar puntos y no lo contrario. Escúchame bien, ninguna palabra —Le miró con firmeza.
