Subterráneo

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Me quedé pensando de nuevo, ¿Qué necesito aparte de dinero para salir? No lo sé. Pero siento que no solo se trata de dinero.

Mi madre ha averiguado bastante para ver si me puede sacar de aquí pero como no soy su hija biológica, no me dejan salir. Ya lo intentamos pero la Policía y los vigilantes saben muy bien que no somos familia como tal, eso me molesta.

Subí al tejado de la casa otra vez, miré el gran techo que cubría la ciudad, siempre el silencio abrumaba el subterráneo, solo se escuchaban los pequeños murmullos de los vendedores y algunas personas que sí compran. Por la calle vi caminar a Farlan que venía para acá.

Bajé y abrí la puerta, ya casi venía. Me saludó, yo hice lo mismo.

-- Hola, ¿Me viste, verdad? --  preguntó mientras me abrazaba

-- Sí, ven, siéntate --  dije sentándose en la entrada e incitándolo a hacer lo mismo.

Ya sentados lo miré fijamente por un momento y sonreí.

-- Y...¿Cómo te fue? --  pregunté

Él sonrió y no dijo nada por el momento.

-- Peleamos un poco o...eso quería pero no dijo nada y me ignoró, le pregunté si le gustaría trabajar en grupo --  me contó

Asentí y seguí escuchando.

-- Me dijo que no pero que aún así lo pensaría y...se fue --  dijo y me abrazó por los hombros, sonriéndome

-- ¿Y tú? ¿Ya recordaste a tu grupo? --

-- Sí, los recordé, tanto sus nombres como sus habilidades --  contesté con nostalgia

-- ¿Cuál era el más cercano a ti? --  Preguntó

Recordé, y sonreí.

-- Lara, era muy veloz y linda, contando su inteligencia --  sonreí

-- ¿Más linda que tú? --  preguntó

Sonreí y negué, empujándolo un poco como para molestar.

-- Por su puesto que sí, ¿Tú me ves bonita? --  pregunté irónica

-- Sí, tu cara es bonita, según yo --  encogió los hombros

-- Bueno, ja, si tú lo dices --  contesté confusa, yo la verdad no me importa mucho como soy, sólo me importa vivir feliz.

-- Entonces ella era la más cercana a ti, hacían buen equipo? --

-- Sí, ella y yo eramos las distracciones mientras los otros dos robaban, eran buenos tiempos --  sentí que mis ojos brillaron

-- ¿Quiénes eran los otros? --

-- Morgan y Kurt, eran ágiles y eran como... --

-- "Mis hermanos" --  fui interrumpida por una voz dulce

Farlan y yo alzamos nuestra mirada, encontrando a mi madre. Mi emoción y mi nostalgia me hicieron tirar dos lágrimas. Me levanté y me acerqué a ella para abrazarla. Llegó antes.

-- Mamá...llegaste antes! --  sonreí

-- Sí, terminé antes mi trabajo --  acarició mi cabeza  -- Hola, Farlan --

-- Hola señora Stuick, buenos días -- respondió

-- Me alegra saber que no estuviste sola --  sonrió mirándonos a ambos

-- No...Farlan jamás me dejaría sola --  volteé a verlo y entre ambos sonreímos

-- Pasen, acompáñenme a cocinar algo, aunque sea poco --  dijo pasando primero

-- ¿Si puedes quedarte? --  le pregunté

Farlan alborotó mi cabello y asintió.

-- Tengo mucho tiempo libre --  respondió

Tomé su mano y lo llevé dentro de casa. Me gustaba cuando tenía a ambos junto a mi.