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Después de alejarse del lugar donde encontré a Farlan y su "gran" líder, continué con mi camino. De regreso a casa, no tenía nada más que hacer en la calle.

En el camino me encontré con el Sr Weyler, caminamos y platicamos un poco, me preguntó sobre mi madre así que le dije que estaba trabajando. Se notaba un poco inquieto pero al parecer nada importante.

-- ¿Ya te sabes defender sola? --  preguntó

-- Claro, usted y Farlan son los mejores para enseñarme...aunque ahora solo es usted --  dije algo desanimada

-- ¿Por qué? ¿Qué pasa con tú
amigo? --  me tomó del hombro, deteniéndonos un momento

-- Hizo un dúo con un chico, es fuerte y bueno, ya casi no tiene tiempo para venir --  respondí, encogiendo los hombros

-- ¿Cómo se llama? --  Preguntó

-- Levi --  respondí sin más

Vi como si sus ojos brillaran, me confundí así que decidí preguntar, no sin antes ser interrumpida.

-- Es un chico fuerte, y Farlan también lo es --  sonrió

-- ¿Lo conoces? --  pregunté, él sólo asintió con la cabeza

-- Lo he observado varias veces...¿Por qué no te vas con ellos? --  preguntó

Fruncí mi ceño con confusión, ¿Ir con ellos? Sólo lo haría por Farlan pero aún así...

-- ¿Por qué? --

Se colocó frente a mi y se arrodilló, tomando mis manos.

-- Lea, la situación está muy difícil y sería mucho mejor si estás con personas que puedan defenderte --  me dijo

-- ¿¡Qué!? Pero yo me puedo defender sola, tal vez no tanto como ellos pero.... --

-- Lea, hazme caso --  dijo y se levantó

El resto del trayecto estuvimos en silencio hasta que llegamos a casa. Entré y antes de cerrar la puerta me sonrió, hice lo mismo pero seguía confusa.

Al cerrar por completo la puerta, tomé mi cuchillo y lo lancé hacia una pared, dando justo donde yo quería.

-- Puedo defenderme sola --  dije sin aún entender las palabras

Dejé que pasara la tarde, cuando mamá no estaba, la carne la echaba de menos. Me fui a dormir y mis propias palabras se repitieron en mi sueño no sé cuántas veces.

"No me gusta pensar en la pérdida de mis seres queridos" 

Desperté algo exaltada por alguna razón, era de día. Abrí la ventana y cambié mi ropa. Bajé y tomé un vaso de agua acompañado de una manzana. Al estar a punto de morderla por tercera vez, el toque de la puerta me distrajo.

Era tan fuerte y tan urgente que fui a abrir de inmediato.

Me encontré a Farlan detrás de ella y lo miré confundida, levantando levemente una de mis cejas.

-- ¿Qué pasa? --  vi que estaba acompañado

-- Lea, el Sr Weyler... --

-- ¿Qué? -- comenzó a asustarme  -- ¡Farlan! ¿Qué pasa? --  insistí

-- Lo mataron --  confesó

Mi pecho se oprimió de una forma terrible, eso...no debía ser cierto. Comencé a negar con la cabeza mientras mis lágrimas resbalaban.

-- Lo siento, Lea --  dijo y me abrazó

Lo correspondí de inmediato llorando con más fuerza.

-- No, no, no, no, no!! --  mis propias palabras me estaban cobrando? ¿Por qué?

El hombre que fue como un padre para mi...estaba muerto? ¿Por qué? Negaba, no quería creerlo, no debía ser cierto. Me separé de Farlan y me dirigí a cualquier lugar, un grupo de personas llamó mi atención. Me acerqué, empujando a unos cuantos para poder pasar.

-- ¡Lea espera! --  no escuché y al llegar al centro solo me quedaba llorar y arrodillarme. El cuerpo de mi padre estaba ahí, tendido en el suelo con varias apuñaladas en el abdomen.

-- No...por qué? --  Susurré

Farlan me tomó por los hombros y me levantó con cuidado. Me volteé y lo abracé de nuevo, fuimos caminando hasta no sé dónde. Sentía la mirada fija de Levi en mi, lo sentía molesto pero eso no me importaba ahora...sentía que me moría con él. Al destapar mis ojos vi que estábamos en otro lugar, seguro la casa de ellos.

-- Trata de calmarte, si? Todo estará bien --  dijo mientras me sentaba en el sofá y sobaba mis hombros y brazos.

Sólo asentí pero claramente no podía prometer nada, tenía miedo de que a alguien más le pasara algo malo.

SubterráneoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora