Abertura

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Tsuki se preocupaba demasiado por él, lo mantenía observado diariamente y revisaba su cuerpo cada noche y cada mañana.
Sonreía dulcemente al ver las heridas pasadas cicatrizarse y obviamente lo obligaba a comer bien todos los días.
No era que odiara los cuidados de su novio, amaba que fuera tan atento y amable pero si tenía que admitir que a veces deseaba poder cortarse al menos un poco, aunque fuera solo un corte.

Suspiró, más cansado de lo normal; entendía que Tsuki se preocupara por él pero igual deseaba que el rubio entendiera sus necesidades; miro sus brazos, llenos de las marcas que, parecía, estaban apunto de desaparecer, ya era hora de hacerse unas nuevas, " si tan solo Tsuki me dejara" pensó mirando la bufanda de su amado yacer apacible en la cama; Tsuki se encontraba en el baño, preparándose para ir hacer sus encargos, mientras tanto él se quedaría a estudiar un rato y quizá a pintar un poco.

La puerta sonó abriéndose, Tsuki salió con una toalla enrollada en la cadera; tenía cicatrices feas en el abdomen – gracias al parkour que hacía – el rubio sonrío, mirándole mientras se acercaba a él y le besaba la coronilla.

—¿Dormiste bien, Roppi?— Acarició su cabello y su sien, riendo ante el rostro sonrosado del azabache.

—Si, supongo— enterró sus uñas en sus manos, sorprendiéndose al recibir un ligero golpe de parte de Tsuki.

—Deja de lastimarte, si quieres calmar tu ansiedad lastímame a mi

—No quiero hacerte daño—protestó

—De todos modos me haces daño si te lastimas— alegó el rubio— por favor, te lo pido, deja de lastimarte

—Tsuki, sabes que no puedo evitarlo

—Si puedes Roppi— suspiró, vencido y triste— por favor toma tus pastillas, están en la cocina

Se dirigió al armario, tomando su bufanda en el proceso; Roppi bufó, se puso sus pantuflas y bajó a la cocina; en la isla se encontraba su pastillero semanal, ¿qué día era? Jueves, le tocaba su Zoloft*; se sirvió un poco de agua y abrió el Pastillero, tomó la pequeña pastilla blanca y la observó "50 g" decía su grabado, la observó y se la tomó de un solo trago; el sabor amargo de la pastilla provocó asco e su garganta pero rápidamente se acostumbró y tomó más agua para pasarse del mal sabor.

—¿Tan mal sabe?— Tsuki le observó mientras se colocaba la bufanda y sus lentes, tenía un semblante preocupado, como siempre, pero esta vez un poco más.

—Llega un punto en el que te acostumbras— Abrió el refrigerador y sacó una pequeña rebanada del pastel que había sobrado de días antes, para quitar el horrible sabor de la pastilla—¿Vas a regresar tarde?

—No estoy seguro, tengo varios encargos, ¿por qué?— se detuvo, observando al menor con cierta desconfianza.

—Por nada, pensé que cuando volvieses podríamos ir a cenar juntos.

—¿En serio?— comentó con demasiada felicidad y entusiasmo, su Roppi por fin parecía más animado— ¡Está bien! ¡Llegaré temprano!

—Bueno pero no grites— río mirando al alto y sonriendo un poco.
Se mordió la lengua, intentando no decir más de lo debido.

—Te amo, Roppi— besó su mano para después abrazarlo con efusividad—¡Te amo!

—Igual te amo, Tsuki— se dieron un ligero beso en los labios y sonrió— nos vemos en la noche

—¡Claro!— se despidió y salió, por fin se fue.

Dejó el pastel en la cantera y subió al cuarto dirigiéndose al baño.
Ahí encontró su diminuta navaja – una que había sacado de uno de los rastrillo de Tsuki– la limpió con su camisa y se subió las mangas; colocó la pequeña navaja en su brazo, cerca de su muñeca y sus venas y corto con rapidez, las pequeñas burbujas de sangre salieron apenas volteó.

Sonrió ampliamente al sentir el ardor de su piel. Mantuvo sus ojos sobre la herida y soltó un jadeo, casi llorando por lo bien que se sentía.

Se recuperó del sentimiento y se preparó para hacerlo de nuevo. Colocó la navaja nuevamente, más cerca de las venas, listo para cortar más profundo esta vez.

Estaba tan inmerso en su mundo que no logró escuchar la puerta abrirse.

—Roppi, olvidé mi ca-

—¡Tsuki!—volteó, intentando ocultar su brazo y tirando la navaja por ahí, pero ya era tarde, el rubio lo miró –completamente serio y molesto– sus ojos se veían fríos y horribles, se sentía aterrado.

—¿Que haces, Hachimen?—tragó duro, odiaba que lo llamase por ese nombre porque significaba bien que no estaba para nada contento.

—Tsuki...esto no es lo que crees...

—¿No lo es? Te estás cortando, Hachimen. ¿Que mierda?— su corazón comenzó a latir fuertemente –así como su respiración se agitaba y sus manos comenzaron a sudar terriblemente– Tsuki no decía groserías –mucho menos a Roppi– y cuando llegaba a hacerlo era porque de verdad estaba molesto.

—Tsuki, por favor...

—¡Por favor una mierda!

Aquel grito lo dejó totalmente congelado. Mantuvo sus ojos en Tsuki, parecía que lloraría en cualquier momento; se acercó a él y lo abrazó, ignorando el horrible ardor en su brazo y la sangre que salía.

—Perdón...—comenzó Tsuki—Debo ser un mejor novio para ti, debo ser más fuerte y debo cuidarte más...debo escucharte más...—sintió las lagrimas de Tsuki empapar su hombro.—Lo siento Roppi...perdón por no ser mejor...

—Tsuki...no digas eso...—lo pegó a él con más fuerza, disfrutando del calor.—No es tu culpa, es la mía...yo debería ser más abierto contigo

—Yo debería cuidarte más...lo lamento tanto...no sirvo para nada...

—¡No!—gritó, mirándolo y acunando su rostro entre sus manos, observó sus ojos -rojos e hinchados de tanto llorar- retiró sus lentes y besó la punta de su nariz.—Es mi culpa, Tsuki, soy yo quien se aferra a estar mal, tú solo das todo para que yo esté bien...perdón...

Tsuki lo observó un segundo, miró sus ojos carmesí, ya cristalizados por la ráfaga de sentimientos que sentía ahora mismo, le amaba tanto, solo deseaba que estuviera bien.
Bajó la mirada a su brazo, ya con la sangre seca y una mancha roja alrededor de la herida, tomó su muñeca y besó sus heridas, Roppi se sonrojó ante esto pero solo se limitó a reír suavemente.

—Vamos a estar bien, Roppi—se abrazaron de nuevo, quizá ambos estaban mal pero ya no querían que fuera así más tiempo. Necesitaban estar bien.

—Lo sé...lo haremos Tsuki...

"Juntos"

"Si mantengo tu mano cerca de la mía, quizá, solo quizá, vuelva a sentir la calidez nuevamente.
Algún día, el sol volverá a brillar con nosotros otra vez."

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Últimamente Tsuki y Roppi se han convertido en una parte muy importante para mí y en serio quería escribir sobre ellos.
Espero les guste.

~ Roppi ~

Shots ShizayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora